Vigilancia en el palacio de Putin
de sus actividades ilegítimas».
Y es que la convocatoria de protestas del pasado sábado aún escuece porque fue un éxito con decenas de miles de manifestantes en todo el país y unas 50.000 en Moscú. Fueron las movilizaciones más numerosas habidas en Rusia desde 2019. La última gran manifestación en la capital rusa tuvo lugar el 29 de septiembre de 2019, por la liberación de los presos políticos, y reunió a casi 25.000 personas. Lo que suceda en los próximos meses tendrá una gran relevancia, ya que a finales de año deberán celebrarse elecciones legislativas en un momento de evidente declive del partido del Kremlin.
Después de cinco meses en Alemania recuperándose del envenenamiento sufrido en agosto del año pasado en la ciudad siberiana de Tomsk, Navalni regresó a Rusia el día 17. Fue detenido
Unos de los elementos que, a juicio del Fondo de Lucha contra la Corrupción (FBK), la organización que dirige el líder opositor ruso Alexéi Navalni, prueban que el inmenso palacio que se levanta sobre un acantilado en las inmediaciones de la ciudad balneario de Guelendzhik, en el mar Negro, lo utiliza el presidente Vladímir Putin es que los servicios secretos rusos, el FSB, prohibieron el pasado mes de julio los vuelos en la zona y a las embarcaciones acercarse a la costa en ese punto. Según las agencias rusas, el FSB ha reconocido que, efectivamente, establecieron una «zona de exclusión aérea» en Guelendzhik, sobre el cabo Idokopas y sus alrededores, pero no porque Putin frecuentase el lugar, sino para «contrarrestar la actividad de la inteligencia extranjera, de países vecinos, incluidos miembros de la OTAN». Pero es el único lugar donde se han tomado medidas de tal calado. en cuanto pasó el control de pasaporte. Al día siguiente, el opositor fue condenado a un mes de prisión preventiva a la espera de que los distintos juzgados en donde hay distintas demandas contra él dictaminen si irá o no definitivamente a la cárcel. El día que tuvo lugar la vista del juicio, él mismo llamó a sus partidarios a salir a la calle «no por mí», dijo, «sino por ustedes, por su futuro».