Granada cuenta sus daños tras cuatro horas temblando
Más de 30 terremotos que se dejaron sentir en buena parte de Andalucía generan pánico, grietas y desperfectos
Desde hace cuatro décadas no se había dado un episodio sísmico similar en la provincia de Granada. Si saltaron las alarmas el sábado pasado, la noche del martes fue de extrema tensión en la Vega, la capital y el área metropolitana granadina. Para una amplia población, «las peores 72 horas de nuestras vidas», aseguran muchos de los afectados por los más de 300 terremotos registrados, varios por encima de los 4 grados en la escala Richter, y que provocaron el pánico, daños materiales, desasosiego y cierre de edificios y centros educativos, como ocurrió en Santa Fe, el municipio en el que se concentró el epicentro del enjambre sísmico.
La noche del martes ya ha quedado grabada para muchos como la más larga, «desesperante y angustiosa». En un periodo de cuatro horas, entre las 22▶36 y las 02▶30, se registraron más de 30 seísmos, de los que tres provocaron la alarma tanto en Granada como, en menor medida, en buena parte de Andalucía. Los terremotos se dejaron sentir en localidades a más de 50 kilómetros de la capital, como Guadix o Loja, y en Málaga o en la provincia de Jaén, Córdoba, Almería y Sevilla, según las notificaciones recibidas en el 112.
No ha habido víctimas, como en el último más fuerte registrado en España, hace ya diez años en Lorca. Pero sí daños materiales como grietas y desprendimientos de elementos ornamentales en algunas viviendas y fachadas de Granada, Atarfe y Santa Fe. El arco de Loja de esta última ciudad fue lo más dañado. Y en Granada, después de analizarse concienzudamente, se demostró que aunque la Alhambra no sufría daños estructurales el movimiento había afectado a la torre de las Gallinas, que tuvo que ser apuntalada.
Pero el miedo fue grande. La población no aguantó, se saltó el toque de queda y se lanzó a la calle en busca de seguridad. Fueron decenas de familias las que han pasado la noche a la intemperie en el antiguo campo de fútbol, una de las instalaciones que el Ayuntamiento decidió abrir, u otras que directamente cogieron sus coches para marcharse a sus cortijos de los alrededores, o dormir incluso en cualquier sitio dentro de sus vehículos. Incluso ayer por la tarde, decenas de personas estaban acampando en explanadas y otros lugares diáfanos para pasar la noche ante el temor a que la reiteración sísmica continuase.
Emergencia sísmica
A medianoche, la Junta de Andalucía había activado la fase previa a su Plan de Emergencia ante el Riesgo Sísmico.
El delegado del Gobierno de la administración regional, Pablo García, hacía un llamamiento a la calma▶ «En este nivel —señalaba— los fenómenos sísmicos se producen sin ocasionar víctimas ni daños materiales relevantes».
Pero lo cierto es que desde el mes de diciembre del pasado año se están registrando una serie de terremotos superficiales al noroeste de la ciudad de Granada en el entorno de las localidades de Atarfe, Pinos Puente y Santa Fe que tienen acongojada a la población.
Andalucía, «preparada»
Del pánico...
Los vecinos, ante la reiteración de terremotos: «Hemos pasado las peores 72 horas de nuestras vidas»
A la llamada a la calma...
La Junta de Andalucía templó. «Estamos preparados por si vuelven a darse este tipo de incidencias», dijo Bendodo
Se trata de seísmos con una profundidad menor a 10 kilómetros, y con magnitudes, en su mayoría, inferiores a 2,5 en la escala de Richter, aunque suelen ser sentidos por la población cuando la magnitud es mayor a 3. Mucho más, claro, cuando llegan a niveles como los de los registrados el mediodía del sábado (4.3), o los tres seguidos de la noche del martes (4.3, 4.1 y 4.5), que además se produjeron a profundidades casi inexistentes.
El consejero de la Presidencia de la