Yaku Pérez, el líder indigenista que tiene las llaves del poder
Su postura en caso de una segunda vuelta puede decidir quién será el vencedor
Pese a ser un día único en su vida, Inés Guartambel no alteró sus actividades. Se levantó temprano y fue a cuidar sus animales, en las tierras que rodean a su casa, en la parroquia Tarqui, a 15 kilómetros de Cuenca. Allí, junto a sus familiares que ordeñaban a las vacas, estuvo hasta que llegó a buscarla su hijo Yaku Pérez, candidato presidencial por Pachakutik, el brazo político de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie). Para ir a recinto electoral, en la parroquia Tarqui, se les unieron las hijas del candidato, Ñusta y Asiry.
A las 10 de la mañana fueron todos al colegio Fausto Molina, en el centro parroquial de Tarqui, para estar juntos este momento histórico. Inés lucía la pollera típica de las campesinas de la zona y el sombrero de paja toquilla. Se mostró dichosa. Su hijo, el candidato a la presidencia, también se mostró optimista. Hasta la víspera de los comicios, estaba en tercer lugar en todas las encuestas, aunque no podían ser difundidas, ya que una ley electoral lo prohíbe. Pérez anunció que de llegar a Carondelet (sede del gobierno) hará una limpia, llevando chamanes.
«Ha de estar con el aire muy pesado», dijo, y reiteró su decisión de
El candidato indigenista, Yaku Pérez, tras votar pedir a la Corte Constitucional una consulta popular nacional para que sea obligatorio la consulta previa ciudadana antes de la explotación minera en todo el territorio.
Si Yaku obtiene un buen porcentaje y hay segunda vuelta, su posición será clave para el futuro político de Ecuador. En principio podría pensarse que está más cerca de las posiciones de Arauz, pero Yaku Pérez no oculta su animadversión por el «correísmo» que este representa.
Pérez ha estado varias veces en la cárcel por defender el agua y oponerse a la minería; cuatro de ellas durante el gobierno de Correa, aunque una fue por oponerse a la reelección indefinida que pretendía el exmandatario, cuyo gobierno también encarceló y expulsó del país a su pareja, la académica franco-brasileña Manuela Picq.
Habla de eliminar varias instituciones del Estado, reducir a la mitad el número de asambleístas (hoy 137), trabajar con los empresarios y está abierto a firmar un acuerdo comercial con Estados Unidos, lo que le aleja de la izquierda tradicional ecuatoriana.
Sus cercanos dicen que nunca se enfada lo que es atribuido a que medita y hace yoga. En 2013 perdió a su esposa, enferma de cáncer; con ella tuvo dos hijas, que se han involucrado de lleno en la campaña. Se volvió a casar con Manuela Picq, en una ceremonia ancestral, pero el Registro Civil no reconoció la unión. Junto a ella, que vino de Estados Unidos, donde ahora reside, han protagonizado vídeos que han colgado en Tik Tok, que han recibido críticas, «por banalizar la política», pero que le han supuesto muchos seguidores en las redes.
Correa
Yaku Pérez ha estado cuatro veces en la cárcel
durante el gobierno de Rafael
Correa
Aire nuevo
Su disposición a firmar un acuerdo
comercial con EE.UU. le aleja de la izquierda tradicional