El Levante amansa al Athletic en la ida
Un gol de Melero obliga a los bilbaínos, irregulares anoche, a jugarse el pase a la final en Valencia
del rival. Dos bonitos discursos emborronados por las deficiencias en el pase, protagonistas principales en los primeros compases de partido.
En una de esas hiló fino el Levante. En el minuto 26, las triangulaciones llevaron el balón de izquierda a derecha. En esa banda esperaba de Frutos que, sorprendido, vio a Melero totalmente solo en el centro del área rival. Tan solo que incluso pudo controlar el envío, acomodarse el balón y disparar a placer. Simón la rozó, pero no fue suficiente. Marcaban los visitantes en una eliminatoria a doble partido. ‘Vale doble’, que se dice. Tocaba remar por la ría.
Marcelino agitó el avispero antes de la reanudación, con tres cambios (Vesga, Berenguer y López) y en busca de respuestas. La teoría cuajó en práctica. Enloquecía el Athletic con hasta tres ocasiones consecutivas, una borrasca que les acercaba al necesitado gol, todas bien resueltas por Cárdenas. Fue Íñigo Martínez (otra asistencia de Muniain, ya van siete esta temporada) quien cabeceó a la perfección el córner, al palo largo, para conseguir el empate. Si de algo puede presumir Marcelino es de haber devuelto estos arreones a San Mamés. También de un título. Nada mal.
Se atenuó el partido cuando domó la pelota el Levante, no demasiado, pero sí lo suficiente para minimizar a los locales. Lo justo para volver a casa con un buen marcador.