«No es tradicional, está centrada en el desarrollo del carácter»
El director del internado asegura que se tratará a la Heredera «como a una más» Personajes destacados que estudiaron allí
Entre las frías aguas del golfo de Bristol y el verde del Valle de Glamorgan, en Gales, se yergue majestuoso, justo en lo alto de un acantilado, el Castillo de San Donato, cuya construcción data del siglo XII. Es en este enclave histórico y natural en un campus de 24 hectáreas donde el pedagogo alemán Kurt Hahn decidió darle forma al primer centro educativo de la red de 18 Colegios del Mundo (UWC, siglas en inglés de United World Colleges), en 1962, con el objetivo, tan sencillo de mencionar como complicado de lograr, de promover la paz a través de la educación, involucrando, en sus propias palabras, «a los jóvenes de todas las naciones en la búsqueda de medios pacíficos para unir un mundo dividido por barreras políticas, raciales y socioeconómicas».
En aquel momento, la crisis de los misiles en plena Guerra Fría había estado a punto de provocar una catástrofe nuclear y la idea del alemán parecía una quimera. Los años, sin embargo, han demostrado que ese proyecto de una educación holística, que va más allá de lo estrictamente académico, solo da frutos positivos en quienes tienen oportunidad de vivirlo y aprovecharlo.
Una de esas personas será la Princesa de Asturias, que a partir del próximo curso lectivo se incorporará como una estudiante más del Bachillerato Internacional en el Atlantic College, cuyo director, Peter Howe, la recibirá con los brazos abiertos junto al resto del equipo «como a una estudiante más».
Ajeno a cualquier sesgo político o religioso, el internado en el que la primogénita de los Reyes vivirá dos años compartiendo una espartana habitación con otras tres chicas de su edad es un crisol de culturas, con estudiantes de un centenar de países con antecedentes sociales, económicos y culturales tan diversos como antagónicos, que conviven en absoluta igualdad.
Paz y sostenibilidad
«Nuestra misión es hacer de la educación una fuerza para unir a personas, naciones y culturas por la paz y un futuro sostenible», aseguró
Howe, en una conversación con ABC en la que con cada palabra
La Princesa Leonor no es el primer personaje ilustre que estudia en este famoso colegio. Por sus aulas pasaron Guillermo de Holanda, que tiene 53 años, y la Princesa Raiyah de Jordania, de 33 años, hija de la Reina Noor y el Rey Hussein. La última ‘royal’ en graduarse en la institución fue la Princesa Isabel de Bélgica, duquesa de Brabante, hija mayor de la Reina Mathilde y el Rey Felipe. Los alumnos destacados no se limitan a la realeza, como es el caso de Zenani Mandela-Dlamini, hija de Nelson Mandela, o de Kainat Riaz y Shazia Ramzan, ambas paquistaníes y amigas de la ganadora del premio Nobel de la Paz,
Malala Yousafzai, que recibieron sendas becas tras resultar heridas durante el atentado contra Malala por talibanes. derrochó su carisma y su gran pasión por su trabajo. «Me apasiona hacer de la educación una fuerza para un mundo mejor. Nuestro propósito es que los estudiantes se den cuenta de que necesitan pensar en la comunidad antes que en ellos mismos».
Una meta especialmente significativa cuando la comunidad, como en el caso de la futura Monarca, es nada menos que un país entero. La Princesa Leonor, al igual que sucedió, dice el director, con Isabel de Bélgica, que se graduó de este mismo colegio el año pasado, «tendrá la oportunidad de estar fuera del foco de atención, cometer errores, probar sus límites, salir de su zona de confort. Ser valorada por lo que es como persona y no solo por ser Princesa… Eso lo vi de primera mano con Isabel. Ella era solo una estudiante normal aquí y, honestamente, no creo que después de cierto tiempo alguien siquiera haya pensado que era una Princesa». Lo dice
con todo el respeto y la alegría
El director del internado donde estudiará la Princesa habla con ABC que siente por que los Reyes hayan elegido esta institución para que su hija mayor continúe sus estudios, porque «la educación es el mejor regalo», afirma, y explica que «la educación aquí no es tradicional, está muy centrada en el desarrollo del carácter».
Académicamente impecable
Y aunque es académicamente impecable, con un programa que comprende materias de ciencias y letras, además de deporte, arte y trabajos sociales, hacen hincapié en que lo que se hace fuera del aula es «tan o más importante» que dentro. Ante este panorama, resuena la idea de que esta joven de solo 15 años un día será la cabeza de toda una nación. Pero según Howe, vale para todos▶ «Tenemos un gran impacto en cada estudiante, sin importar si llegan de un campo de refugiados o han vivido en un palacio».
Y es que pese a que por sus aulas han pasado otros personajes destacados, y a que el precio es muy alto comparado con los de España, aunque está dentro del rango normal de los internados privados en Reino Unido (67.000 libras esterlinas por los dos cursos, unos 76.500 euros), no todos los estudiantes pagan ese monto que, sobra decir, incluye todo▶ hospedaje, alimentación, exámenes… La mitad de los alumnos que superan el estricto y anónimo proceso de selección obtienen una beca, el 25% de ellos completa, para que el dinero no sea un obstáculo para su incorporación.
«Queremos que los estudiantes que provienen de entornos muy privilegiados estén sentados junto a los estudiantes que provienen de entornos muy desfavorecidos», señala Howe. «Quien ingresa lo hace por méritos propios», como la Princesa Leonor, que «se ganó su sitio aquí», tras salir victoriosa del proceso de selección exigido por la Fundación Comité Español de los Colegios del Mundo Unido (UWC España), que consta de una fase inicial de preselección, desarrollada de forma anónima, y de una fase final, con diferentes pruebas.
Es de esperar que saldrá también victoriosa de una experiencia que será, asevera Howe, muy «estimulante a todos los niveles», donde tendrá que asumir responsabilidades diarias y de trabajo en equipo «porque los estudiantes juegan un papel muy relevante en el desarrollo de la vida escolar, que organizan a través de cinco comités de trabajo».
Howe, que detalla que en el colegio «tienen una política de comportamiento basada en valores», está convencido de que «los adolescentes están preparados, y son capaces de asumir una responsabilidad, hay que confiar en ellos. Y para demostrar esa confianza, es necesario darles autonomía».