El legado de Trump
«El Partido Demócrata tiene que ser autocrítico, aunque es el Republicano el que primero tiene que decidir cómo asumir el legado de Trump»
l Atlético salva más obstáculos en una senda que transcurre más allá del partido a partido. El objetivo de la Liga ilusiona a una hinchada que solo ha celebrado dos en 25 años. El Granada apuró a los colchoneros, pero los goles de Llorente y Correa doblegaron al cuadro de Diego Martínez.
Es muy probable que Simeone sea propietario de la plantilla más amplia de la historia del Atlético. Han confeccionado el club y el técnico un grupo amplio, espacioso, versátil… Muchos jugadores y algunos con la elasticidad de lo versátil. Simeone puede jugar con tres defensas, con cuatro, con dos extensiones por la banda, sustituir a sus organizadores, canjear a los mediapuntas y variar las posiciones durante un partido. Solo son inmutables Luis Suárez, Oblak y Savic. Agobiado por
Ela Covid, presentó un equipo muy potable en Los Cármenes. Diego Martínez también viste de negro, como Simeone. Dicen que este color se asocia mentalmente a las personas influyentes, con personalidad. Si es cierto, algo de esto se percibe en el conjunto andaluz. Una tropa con las ideas claras, el plan definido y pocas dudas. Inferior al Atlético en calidad individual y profundidad de plantilla, pero competitivo en el cara a cara.
Sin ocasiones
El partido se fue casi vacío al descanso. Apenas sin ocasiones. No las tuvo el Granada porque el Atlético se aplicó como siempre a la faceta que describe su carácter, la defensa, y solo dos de parte de los cholistas. Un contraataque fulgurante tripulado por Carrasco, que resolvió mal Correa. Y un balón suelto en el área que cazó a su manera Luis Suárez para comprometer la parada de Rui Silva.
m.63▶ Llorente. m.75▶ Correa.
m.66▶ Yangel Herrera.
(C. Valenciano). Amonestó a Savic, Koke, Carrasco, Saúl y Luis Suárez.
Encuentro de granito entre dos equipos con fundamento, más preocupados de no recibir que de imponer el estilo. El Atlético volvió a echar de menos la velocidad de Llorente, al que se le hace muy largo el campo desde la posición de lateral derecho. Ahí es mucho menos influyente y resolutivo. A mitad del primer periodo, Simeone le ordenó adelantar la posición para dejar la banda en manos de Carrasco, el mejor rojiblanco en la primera parte en reñida competencia con Kondogbia, estupenda su participación en el control del balón, la visión del juego y la capacidad defensiva. Aunque sustituido por Simeone en la segunda mitad, el francés crece en sus prestaciones.
Como es rutina en este curso, el Atlético solo atacó por la derecha, cuando Carrasco y Llorente juntaron sus velocidades. Variada selección de recursos porque Carrasco está dulce este año. Clarividente, rápido y con confianza, hizo daño al Granada desde su ocupación completa de la banda.
De ahí al final el Atlético dobló el campo hacia ese flanco. Vrsaljko ocupó la franja derecha y Llorente tuvo libertad para correr, desplegar su potencia y zancada y llegar a la línea de fondo. Con Carrasco por la izquierda al galope, y Koke y Saúl por el centro, el Atlético se reconoció de inmediato en el espejo. El cambio se plasmó en un remate difícil de Luis Suárez, empalando desde arriba, que botó y chocó en el larguero.
El Granada generó mucho balón parado, una de sus especialidades, se grapó a la solvencia de Vallejo y condujo hacia arriba con la habilidad de Kenedy y Machís. A base de saques de es