ABC (Andalucía)

El español mejora de la espalda y llega hasta Fognini, un talento que siempre le discute

- ENRIQUE YUNTA

El titular lo dio el propio Rafael Nadal tan pronto despachó al voluntario­so –y poco más– Cameron Norrie en la tercera ronda del Abierto de Australia, un partido de tantos resuelto como casi todos (7-5, 6-2 y 7-5). «Hoy he tenido mi primera gran noticia en cuanto a mi espalda. Es el primer día en el que me he sentido mejor y sin duda ha sido decisivo para lo que pueda hacer o no en este torneo», expuso el balear, liberado porque las dolencias remiten justo ahora que empieza a empinarse el camino. Por Melbourne, Nadal ha ido sorteando los primeros escollos a base de oficio para cumplir con la máxima del Tour, que recuerda que nunca se gana en la primera semana, pero, por contra, sí que se puede perder. Algo similar ocurre en un Grand Slam y Nadal puede congratula­rse de llegar a octavos intacto, con esa mejoría física que tanto necesitaba y sin ceder ni un solo set, aunque tampoco se le ha exigido más de la cuenta. Djere, Mmoh y Norrie no tienen nada que ver con Fabio Fognini, próximo enemigo del número dos del mundo, un partido eléctrico entre dos jugadores que han tenido algún que otro episodio más tenso de lo habitual. En cualquier caso, el italiano, que dejó a Australia sin héroles locales al superar con autoridad a Alex de Miñaur, ya está avisado y escucha, como todos, la amenaza de Nadal▶ «Ahora tengo más esperanzas».

No es que no las tuviera, pero sí que parece imposible aspirar a un grande con la espalda tiesa y sin apenas poder sacar. Ante Norrie, el servicio del español fue más rápido y mejoraron los porcentaje­s, consecuenc­ia directa del tratamient­o recibido en la jornada del viernes. Nadal fue sometido a una serie de pruebas durante tres horas en el hospital y los médicos le infiltraro­n entre las vértebras de la zona baja la espalda. «Hace unos días, mis opciones eran muy pocas. Ahora tengo que recuperar mi físico y mi tenis», recuerda el campeón de 20 majors, al que le tranquiliz­a haber aterrizado en Australia después de una pretempora­da buenísima.

Sangre caliente

Y por ahí que asoma Fognini, ese genio loco capaz de cualquier cosa y que suele aparecer en los vídeos más rocamboles­cos del tenis. Sin ir más lejos, en segunda ronda y tras imponerse en cinco sets, se las tuvo con su compatriot­a Salvatore Caruso y abandonaro­n ambos la pista con reproches y feas palabras. Fognini y sus cosas, 17 del mundo, 33 años y peligrosís­imo precisamen­te por ser tan imprevisib­le.

Cualquiera que se fije en el cara a cara dirá que no hay demasiados motivos para alarmarse, pues Nadal ha vencido en 12 de los 16 encuentros disputados, pero lo cierto es que no muchos jugadores han ganado cuatro veces al español. Por lo que sea, Fognini es de esas raquetas que sacan de quicio a Nadal, tanto que es el único tenista que ha sido capaz de remontarle dos sets en un Grand Slam (US Open 2015). Además, en Hamburgo, también en 2015, tuvieron un rifirrafe muy sonado después de que el italiano se quejase del tiempo que se tomaba el mallorquín para sacar. «No me rompas los huevos, si haces siempre lo mismo, cada vez. No hables conmigo. ¡Siempre lo mismo!». Nadal acabó imponiéndo­se en aquella final, de la que, dice, no queda rencor. «Tengo una buena relación a pesar de aquello que sucedió. Me gusta llevarme bien con mis compañeros de profesión porque luego todo es más sencillo», explicó Nadal ayer. «El pasado es el pasado y el futuro será el futuro. Estoy muy ilusionado de afrontar el partido», resolvió el italiano.

Fognini, tenista anuncio que juega con ropa de Armani y casado con la extenista Flavia Penetta, es el clásico ejemplo deportista al que le acompaña la coletilla de «si hubiera querido». Básicament­e porque pocos hacen lo que él sabe hacer con la raqueta, calidad a raudales y muchísima creativida­d, pero una irregulari­dad definitiva. Tiene nueve títulos en su palmarés, demasiado corto para alguien tan bueno. «Fuera del tenis intento disfrutar. Tengo mi personaje y ha habido cosas que tenía que haber hecho de otra manera diferente. A veces no aproveché mi talento. Habría llegado más lejos en los torneos. Muchas veces prefiero sentarme en el sofá que entrenar», acepta. «Es de los jugadores más talentosos del circuito», admite Nadal. «Me ha ganado varias veces y viene de estar lesionado, por lo que seguro está hambriento».

Le ha ganado porque, cuenta Fognini, el estilo de Nadal le permite jugar más de lo que conceden Djokovic o Federer, por ejemplo. «Juegan muy rápido y no te dan espacio. Con Nadal es diferente. Es un juego más físico y te destruye mentalment­e con los intercambi­os de golpes. Pero puedes jugar contra él, puedes correr». Mañana, en el imponente silencio de Melbourne, otra entrega de esta rivalidad a las puertas de lo serio, a las puertas de los cuartos de final de un Grand Slam.

 ?? EFE ?? Rafael Nadal ejecuta un servicio sin los problemas físicos de los últimos días en su duelo ante Cameron Norrie
EFE Rafael Nadal ejecuta un servicio sin los problemas físicos de los últimos días en su duelo ante Cameron Norrie
 ?? EFE ?? Fognini, después de ganar a Alex de Miñaur
EFE Fognini, después de ganar a Alex de Miñaur

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