El complejo entramado para vacunar al 70% de los andaluces antes de verano
∑La falta de dosis complica el objetivo de inmunización mientras los viales que llegan a Andalucía lo hacen bajo medidas de seguridad extremas
l proceso tan sencillo de que Carmen —malagueña, 83 años, vive en una residencia— se levante la manga y el enfermero limpie primero con alcohol y luego inyecte la segunda dosis de la vacuna contra el Covid-19 lleva detrás una intendencia que bordea la ciencia ficción. Cámaras, GPS remotos, cuartos blindados bajo tres llaves, agentes de la Policía Nacional armados... Es un pequeño milagro de la ciencia —valga el oxímoron— que más de 180.000 andaluces estén ya inmunizados tras haber recibido las dos dosis.
El dispositivo organizado para alcanzar el 70 por población vacunada este verano es complejísimo. Tanto que se actualiza por días. Pero solo si se llega a esa cifra de vacunados se garantiza la inmunidad de grupo. Y esa es la puerta para normalizar la vida en gran medida. Para regresar, con precaución, a las reuniones, a los abrazos, a la vida más parecida a la de antes de la pandemia.
Volviendo a Carmen —personaje ficticio que representa a los primeros vacunados—, la historia de su inyección arranca en realidad hace un año, cuando los científicos consiguen descifrar el genoma del virus, base para encontrar la vacuna. Este medicamento llegó a final de año y el día 28 de diciembre empezó el proceso de vacunación en Andalucía. Desde entonces se han aprobado para su uso tres vacunas.
La primera fue la de Pfizer. Basada en una tecnología revolucionaria, tiene unas condiciones de conservación y transporte muy específicas. Poco después llegó la de Moderna. Más allá de la proeza de tener la vacuna efectiva para un virus en menos de un año, hay otros desafíos técnicos que se han superado para poder inmunizar a los andaluces que ya se han vacunado.
Porque aunque las vacunas están, hay pocas. No llegan las suficientes, algo de lo que se ha quejado insistentemente
Transporte Los viales de Pfizer y Moderna viajan ultracongelados y bajo estrictas medidas de seguridad
Eel Gobierno andaluz, que reclama unas 350.000 semanales para alcanzar el 70 por ciento de inmunizados antes de verano. Sin embargo, por ahora solo llega un tercio aproximadamente de esa cantidad. Pero en el horizonte parece adivinarse un rayo de luz. Hay una fila de vacunas que esperan su aprobación por parte de la Agencia Europea del Medicamento. El caso más inmediato es la de Janssen, filial de Johnson and Johnson. Se estima que dicho laboratorio podría surtir millones de dosis y poner al día en el plan de vacunación a Andalucía y el resto del país.
De Bélgica a Sevilla
Mientras, el proceso para vacunar sigue siendo muy complejo. Lo saben bien en Bidafarma, la cooperativa a la que la Junta encargó la custodia y distribución de las vacunas. A sus sedes de Sevilla y Granada llegan cada semana las remesas nuevas y se envían los pedidos que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) pide. Según explica Macarena Gómez, directora técnica de esta compañía andaluza, los envíos de vacunas llegan a la comunidad desde Bélgica, donde está la fábrica en el caso de Pfizer.
Aquí empieza la ciencia ficción. Cada envío de este laboratorio va a 80 grados bajo cero. A esa temperatura de ultracongelación hay que meter hielo seco en cada caja que, además, viaja con un chip. Ese dispositivo tiene dos funciones. Primero asegurarse de que en todo momento la vacuna tiene el frío que necesita para no echarse a perder. Pero, además, lleva incorporado un GPS que rastrea el paquete.
Dicho localizador sólo se apaga cuando, ya en la planta de Sevilla de Bidafarma, un director técnico de la misma desactiva con un botón el dispositivo. Eso envía una señal a Bélgica. «El paquete ha llegado bien, ya es responsabilidad de la Junta de Andalucía». En ese momento ocurren varias cosas. La más importante es que a los técnicos de Bidafarma les llega un informe donde se recoge tanto el recorrido minuto a minuto del paquete
Esperanza
La vacuna de Janssen es una luz en el horizonte y su producción puede impulsar la
inmunización