VICTORIAS QUE NO SIRVEN

¿Cómo quieren gobernar una Cataluña independiente si no son capaces de entenderse entre ellos

LAS elecciones catalanas de ayer, en vez de aclarar aquel escenario político, lo ha dejado más enrevesado que nunca. Los tres destacados en cabeza, PSC, ERC y Junts no pueden clamar victoria porque se han quedado lejos de la mayoría necesaria para gobernar solos. Tienen que pactar y se les pone muy difícil porque ERC ha firmado que no pactará con el PSC y Junts es su máximo rival doméstico. En el centro es donde se produce el mayor vuelco, con Vox capitaneándolo delante de PDCat, la CUP y Podemos, que no se pueden ni ver entre ellos. El Parlament va a tener un grupo, y no pequeño, del partido al que más se ha vituperado, lo que presagia choques mayúsculos junto a los muchos que ya viene teniendo. Y en el furgón de cola aparecen los grandes perdedores, Ciudadanos, ganador de las anteriores elecciones, y el PP, que, sencillamente, se ha estrellado. En aquella comunidad, como en el País Vasco, son partidos residuales, debido a los errores de sus líderes. Qué repercusión tendrá en su cabeza nacional no lo sabemos, pero si el PP quiere mantener el estatuto de líder de la oposición y Cs su existencia, tendrán que hacer pronto algo para remediarlo.

Pero la escabechina no se limita a Cataluña, sino que tiene consecuencias en la escena política española. El ‘efecto Illa’ ha funcionado solo hasta cierto punto porque venía condicionado al entendimiento con ERC para gobernar no solo en Barcelona, sino también en Madrid. Pero ERC, como queda dicho, ya se ha negado por haber apoyado el exministro de Sanidad el decreto que implantó el 155 en Cataluña. Y aunque las flexibilidad de Pedro Sánchez alcanza límites circenses, despacharlo ahora que ha cumplido la labor encomendada, para conservar él su puesto, es demasiado.

La cosa se solucionaría fácilmente si los secesionistas catalanes fueran capaces de entenderse entre ellos. Pero está visto que no lo consiguen. Díganme ustedes cómo se ponen de acuerdo fuerzas tan enfrentadas. Me contestarán con aquello tan viejo de ‘las promesas electorales están hechas para no cumplirlas’. Pero en este caso no estamos hablando de meras promesas sino de actitudes y sentimientos incompatibles entre sí. Y lo primero que le viene a uno a la cabeza es▶ ¿cómo quieren gobernar una Cataluña independiente si no son capaces de entenderse entre ellos,

Termino como empecé▶ estas elecciones catalanas no han resuelto aquel problema, sólo lo han complicado aún más de lo que estaba. Y no les extrañe que antes de que acabe el año, tengamos allí de nuevo elecciones. Aunque antes habrá que digerir lo ocurrido este Día de los Enamorados, que tuvo bien poco de amor y mucho de frustración para todos.