Sánchez sale reforzado tras el descalabro de la oposición, pero con la incógnita del rol de ERC
La aritmética en el Congreso queda a la espera de los pactos en Cataluña Los indultos y la mesa de diálogo entran en escena
Estas elecciones catalanas no iban a marcar las posibilidades de Pedro Sánchez de sobrevivir en La Moncloa. Tampoco la estabilidad de la legislatura, si por esto se entiende que exista riesgo de una crisis que obligue al final precipitado de la misma. Los Presupuestos Generales del Estado están aprobados y con ello, y sin mayoría en contra en el parlamento, el control de los tiempos políticos los retiene el presidente del Gobierno. Lo que sí estaba en juego esta noche es cómo se va a poder sobrellevar el tiempo hasta que Sánchez decida abortar la legislatura y volver a las urnas. El descalabro de Ciudadanos y la falta de empuje del PP, superados ambos por Vox, consolida el Ejecutivo a medio plazo.
Desde la tranquilidad de la subida electoral del PSC, el convertirse en primer fuerza política en votos se entiende como un refuerzo a la gestión del Gobierno y como un espaldarazo al proyecto de Sánchez, en mayor alineamiento orgánico con el PSC que nunca. «Estos resultados ya son de un PSOE de otro tiempo», reflexionaban ayer desde la dirección. Pero la clave de la noche estaba en la relación de fuerzas en el independentismo y en cómo impactaría esto en el comportamiento de Pablo Iglesias. Y desde esta perspectiva los resultados no arrojaron una lectura concluyente.
Finalmente, que ERC quedase por delante de Junts, era algo estratégicamente importante para Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. El subidón del PSC es lo que hace que el tripartito pueda sumar. Pero que lo haga con el PSC ganando en votos y con ERC sin lograr distanciarse de Junts, además de que la mayoría independentista se refuerza, no augura que esa suma pueda producirse. Aunque el hecho de que esa aritmética exista otorga un cambio importante para el desarrollo de la legislatura.
Dentro de la coalición
Es decir, la suma para el tripartito es posible pero las condiciones no son favorables. Esta era una situación que valoraban en Unidas Podemos (UP). Pablo Iglesias seguirá presionando por una fórmula de entendimiento entre En Comú Podem, PSC y ERC que le sirva de acicate en Madrid teniendo en cuenta que la suma es una posibilidad.
El Gobierno interpreta el resultado electoral como un aval a su estrategia en Cataluña. Y está dispuesto a resucitar la mesa de diálogo con la Generalitat de Cataluña. El hecho de que ERC vaya a poder liderar el bloque independentista genera esperanzas en el Gobierno para que este foro pueda desarrollarse. Con la expectativa de que el enfrentamiento pueda bajar de revoluciones, o al menos no derivar en un choque inminente. Esa mesa solo se ha reunido una vez y se ha paralizado a raíz de la pandemia. Pedro Sánchez quiere desarrollarla, pero a la vez rechaza las dos principales demandas de los independentistas: amnistía y referéndum. «La incógnita de todo esto es cuál va a ser la actitud de ERC ahora que puede liderar el
Esta es la alternativa al Gobierno independentista que los comunes han ofrecido durante toda la campaña; no renuncian a ella y el vicepresidente confía además en que esa terna en el Parlament rebajaría el suflé independentista.
Pero el escenario que dejan los resultados disuelve la ambición del líder de Podemos para robustecer su estrategia a nivel de nacional con un «bloque de izquierdas» en el Congreso que guíe forzosamente al Gobierno siempre que dependa de sus apoyos. Podemos ansiaba ese tripartito para reforzar la visión estrategia de Iglesias de apoyar la legislatura en los partidos nacionalistas y regionalistas y alejar cualquier vínculo con Partido Popular y Ciudadanos. Los comunes mantienen sus 8 escaños en un contexto de baja participación. Las alianzas con bloque independentista». A medio plazo entran también en escena los indultos. Una vez que la Abogacía del Estado emita su informe ya se podrá anticipar la posición del Gobierno. A continuación tendrá que posicionarse el Tribunal Supremo, que con toda seguridad lo hará en contra. Y solo entonces Pedro Sánchez tomará una decisión al respecto. Los socialistas ya han preparado el terreno para un eventual indulto, pero han evitado tener que decidir antes de las elecciones. Los escenarios de gobernabilidad en Cataluña y la actitud del independentismo pueden servir al Gobierno para amoldar su postura. Si ERC no cambia el rumbo y entierra la unilateralidad las opciones de indulto se multiplican.
El tripartito
La subida del PSC hace posible la suma del tripartito pero el escenario no es favorable a ello
Debilidad de PP y Cs
Los malos resultados de PP y Cs le sirven al PSOE para plantear en Madrid que no hay alternativa a Sánchez
ERC se enfriarán en Madrid si en Cataluña el pacto «antiPSC» imposibilita el entendimiento que anhela Iglesias. Lo que a su vez provoca que el papel de UP como pegamento de lo que ellos mismos han denominado «bloque plurinacional», junto a ERC, Bildu y otras formaciones minoritarias en el Parlamento, ponga en riesgo su razón de ser. A pesar de que En Comú no ha sufrido una gran pérdida de apoyos, y que se muestran satisfechos, tampoco pueden presumir de ningún triunfo. Unidas Podemos sigue sin rentabilizar su entrada en el Gobierno. Aunque se mantienen en Cataluña.
Así lo celebró el vicepresidente. «Auguraron nuestra debacle pero nos consolidamos. Somos una fuerza modesta, pero ineludibles para un gobierno de izquierdas en Catalunya y para que haya Gobierno y bloque parlamentario en España frente a una derecha cada día más ultra», escribió Iglesias en Twitter. En Comú Podem no aspiró a ganar en ningún momento, sino a sumar y tener un papel determinante en el Gobierno catalán.
Un ejercicio de marquetería que les iba a garantizar influencia nacional y que ahora mismo parece utópico. Pero no imposible. Por eso Albiach e Iglesias han pedido durante la campaña «valentía» al PSC y ERC, y volverán a hacerlo desde hoy mismo. La influencia de las urnas catalanas a nivel nacional es intensa. El Gobierno de coalición no peligra, pero Podemos tendrá que maniobrar y revisar su papel en La Moncloa y su estrategia fuera porque no pueden permitirse la pérdida de la autoridad en el Gobierno que han labrado a golpe de crisis interna en los últimos meses.
Sin oposición en Madrid
Los malos resultados de PP y Ciudadanos pueden sumir a la oposición en una crisis interna que también tiene afectación para el Gobierno. Ya en la víspera algunas fuentes de La Mon
la cuestión de la gobernabilidad en Cataluña se introducen «dosis de incertidumbre» respecto a las mayorías que pueden formarse en el Congreso de los Diputados para sacar adelante la agenda legislativa. «Hay que seguir trabajando con normalidad y ERC tendrá que decidir, pero no dependemos solo de ellos para ganar votaciones en el Congreso», defendía anoche en la dirección socialista.
Reencuentro y diálogo
El Gobierno interpreta que los resultados valían la apuesta por el reencuentro y el diálogo. «Son ellos los que nos han llevado hasta aquí», llegó a decir Miquel Iceta, líder del PSC y ministro de Política Territorial, durante la celebración de la victoria. Mientras el candidato, Salvador Illa, se dirigió al presidente del Gobierno▶ «Esta es una victoria nuestra, tuya también».
El ex ministro de Sanidad transmitió en público su agradecimiento a Iván Redondo, director de gabinete del presidente del Gobierno, y a Francisco Salazar, director adjunto de gabinete y secretario de Acción Electoral del PSOE. La decisión de Illa de presentarse a la investidura además demuestra que los socialistas no van a abrirse de entrada a facilitar el Govern de ERC. Y este escenario, con el seguro rechazo de los independentistas de Pere Aragonès, vislumbra un escenario a corto plazo en el que la situación en el Congreso se complicará.