ABC (Andalucía)

Djokovic, entre el riesgo y la obsesión

Con una lesión en el abdominal, admite que se hubiera retirado de no ser un Grand Slam

- E. YUNTA

Tan empeñado está Novak Djokovic en destrozar todos los récords que acepta, abiertamen­te, que sigue compitiend­o en Melbourne porque se trata de un Grand Slam y no está como para desperdici­ar oportunida­des. Cabalga con 17 premios en su mochila, a tres de Roger Federer y Rafael Nadal, y es en las antípodas donde mejor se expresa, campeón en el eléctrico azul del Abierto de Australia en ocho ocasiones. En este 2021, sin embargo, el serbio no está en plenitud y acusa, como prácticame­nte todos, el peaje de la cuarentena y su inactivida­d, pues se disparan los problemas físicos y quien no sufre de la espalda se queja del abdominal. Es precisamen­te este músculo el que atormenta al balcánico, quien, pese a todo, ayer se impuso a Milos

Raonic (7-6 (4), 4-6, 6-1 y 6-4) para alcanzar los cuartos de final, donde le espera Alexander Zverev. «Si estuviera disputando otro torneo que no fuera parte del Grand Slam ya me habría retirado. Una vez acabe aquí, me tomaré el tiempo de descanso necesario para recuperarm­e completame­nte de esto aunque tenga que perderme algunos torneos», resumió ayer Djokovic.

Con él siempre se tiene la sensación de estar ante el cuento del lobo, pues tantas veces ha renacido cuando parecía un moribundo que el circuito tiene sus sospechas. El propio Taylor Fritz, su rival en tercera ronda y al que todo el mundo daba por vencedor viendo cómo se comportaba el número uno (no le pegaba con la derecha, no transmitía nada), resumió sus sensacione­s después de caer en el quinto parcial. «Durante el tercer y cuarto set no celebré ningún punto por respeto a Djokovic. Pensaba que estaba lesionado y me parecía malo celebrar los puntos. Para ser sincero, esperaba que Nole subiera un poco más su nivel. Si él estuviera realmente lesionado no habría seguido jugando», sentenció el estadounid­ense, algo mosqueado por esa reacción milagrosa.

Djokovic, sin embargo, no se entrenó el sábado y mantuvo la incertidum­bre sobre su presencia en octavos hasta última hora. «Lo bueno de los Grand Slams es que tienes 48 horas

Incertidum­bre Con problemas para golpear con la derecha, el serbio no supo hasta última hora

si jugaría

entre partido y partido y eso te da más oportunida­des», apuntó con cierta preocupaci­ón porque parece que tiene una pequeña rotura abdominal que podría complicars­e. «Mi equipo médico me ha dicho que hay una muy pequeña posibilida­d de que el esfuerzo al que estoy sometiendo la zona afectada derive en una lesión de mayor gravedad». Zverev, con la misma dolencia, pondrá a prueba la capacidad de sufrimient­o del serbio, al que le impulsa su afán por ser el más grande.

 ?? AFP ?? Djokovic, en una postura acrobática durante su duelo ante Raonic
AFP Djokovic, en una postura acrobática durante su duelo ante Raonic

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