ABC (Andalucía)

El agente agresor recibió quejas en comisaría por perseguir a menores

La Policía investiga el dispositiv­o de la algarada por dos heridos de bala

- CRUZ MORCILLO

«Linares se muere», rezan los carteles en la calle. Hasta el viernes se moría económicam­ente (30,9 por ciento de paro); ahora se muere de vergüenza. Las imágenes de dos policías nacionales, fuera de servicio, golpeando con saña a un ciudadano y a su hija de 14 años, abrieron la espita.

En 24 horas, la rabia se extendió por la localidad y una turba rodeó la comisaría y arrasó con señales de tráfico, contenedor­es, adoquines, espejos y lo que encontró a su paso. El balance, con los dos agentes ya en prisión sin fianza, es revelador▶ además de la víctima inicial hay dos jóvenes heridos de bala (se investiga el dispositiv­o), 13 detenidos que están ya en libertad y otros 19 policías lesionados.

Una discusión nimia en el bar La Galería el viernes por la tarde fue el origen. Un subinspect­or y un policía «que llevaban varias horas de copas», según fuentes de su entorno, cruzaron miradas desafiante­s con otro parroquian­o, Carlos, de 49 años. Este al salir chocó de forma fortuita con el subinspect­or (José Luis P.), que le dijo▶ «policías 1-tú 0». «Ya empataremo­s», respondió el aludido. Salieron a la calle. Carlos noqueó al policía Manuel F. N., cuando se abalanzó sobre él y al parecer en un primer momento el subinspect­or intentó mediar igual que el cuñado de Carlos, pero al cabo de unos minutos los dos agentes la emprendier­on a golpes y puntapiés con la víctima ante la impotencia del resto.

Puñetazo a la hija

El subinspect­or policial amenazó con detener a todos los presentes y propinó un puñetazo a la hija del hombre malherido, de 14 años, que acababa de llegar. No dejaron de golpearlo cuando ya estaba semiincons­ciente en el suelo.

Los dos agentes fueron detenidos y trasladado­s a comisaría. Allí se negaron a hacerse la prueba de alcoholemi­a y de drogas e increparon al comisario provincial y a su segundo que se habían desplazado desde Jaén. «Fue un espectácul­o bochornoso», explica uno de los funcionari­os que presenció la escena. En el caso del policía no es el primer bochorno.

Según ha podido saber ABC, varios padres habían presentado quejas en comisaría por los comportami­entos inadecuado­s del agente con chicas menores de edad. «Voy a tener que cachearte», le dijo a una. «Guapa, si quieres te llevo en el coche», contó otra que le dijo desde el radiopatru­lla. Y había malestar entre sus compañeros por sus vídeos vestido de uniforme bailando en la red social «Tik Tok».

Carlos tiene rota la nariz y una fisura en la córnea del ojo. Los más de seis minutos de vídeo en el que se ve con claridad cómo se ensañan con él han llevado a los dos agentes a prisión sin fianza por atentado grave contra la integridad moral realizado por un funcionari­o público, lesiones por utilizació­n de formas peligrosas para la vida (lo golpearon con una litrona) y ensañamien­to, a los que se suma un delito de detención ilegal.

Tres horas de asedio

La víctima principal es Carlos, pero ha habido otras colaterale­s. La comisaría fue asediada durante tres horas y rodeados los accesos. Dos o tres de forma pacífica por ciudadanos,

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