Condecorado al ser herido por un clan
que volvieron a su casa tras hablar con ellos el comisario. Pero otro medio centenar de individuos siguió con la batalla campal. Los agentes solo contaron hasta las nueve y media de la noche con el refuerzo de patrullas de otros pueblos▶ ni material antidisturbios ni funcionarios de la Unidad de Intervención Policial (llegaron más tarde de Granada y Málaga), una imprevisión inexplicable. «Pasamos miedo porque los que se quedaron no eran ciudadanos pacíficos», relata un policía. Hubo dos jóvenes heridos de bala a los que ayer se tomó declaración.
Los cartuchos de los antidisturbios son de plástico por lo que se ha abierto una investigación para ver de qué escopeta salieron las postas.
Perfil
El policía Manuel F. N., natural de Linares, quien golpeó a la víctima en la cabeza contra el suelo, no es el más querido entre sus compañeros de la comisaría. Ha recibido quejas de padres por comportamientos inadecuados con chicas menores. En abril de 2018 se vio involucrado en un gravísimo episodio en la estación Linares-Baeza. Allí paró en un control al «Pechuga», jefe del clan del mismo nombre, sospechoso del tráfico de drogas en media provincia. El patriarca venía de una celebración familiar y entró en su calle derrapando con el coche. Los policías lo pararon y lo sacaron del vehículo «de malas maneras», según fuentes del caso. «Lo humillaron delante de los suyos», dicen. Media barriada rodeó entonces a los agentes y a los refuerzos que llegaron. Cinco policías sufrieron heridas considerables, entre ellos el implicado en la paliza del viernes. Ese año fue condecorado con una Cruz Roja, pensionada. «No fue una buena actuación policial; no tiene mano izquierda», concluye uno de sus compañeros. «El Pechuga» acabó en prisión provisional.