Salud descarta viajes entre provincias en el puente del 28-F
La tasa de incidencia acumulada no bajará de 250 casos en menos de dos semanas
Los andaluces no podrán viajar entre provincias en el puente del 28-F ya que no hay previsión de una relajación de las medidas anti Covid acordadas por la Junta de Andalucía al menos hasta que la tasa de incidencia a 14 días sea inferior a los 250 casos por 100.000 habitantes en 14 días. Ayer, la tasa era de 372 casos.
El consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, avanzó que la previsión de los expertos es que la tasa de incidencia descienda hasta ese límite en unas dos semanas, por lo que «las medidas de apertura se tomarán con mucho cuidado», sin que se baraje «nada hasta después del día de Andalucía».
«Luego, ya decidiremos si tomamos alguna medida de corte aperturista, dando mayor libertad a todos los andaluces», añadió el consejero que recordaba ayer que estamos «en plena pandemia», por lo que «no hay que bajar la guardia ni mucho menos».
Tendencia
En una semana se han reducido a la
mitad los contagios diarios y bajan de tres mil los hospitalizados
Cepas
La británica supone ya un 41 por ciento de los positivos y será la mayoritaria en breve tiempo
Movilidad
Entretanto se constata la mejoría se mantienen las medidas vigentes y los comités territoriales de alerta revisarán las restricciones de movilidad y cierre de actividad en aquellas poblaciones con tasas de incidencia por encima de 500 y 1.000 casos, respectivamente. Según esta regla sólo cuatro grandes ciudades andaluzas mantendrán durante una semana más el cierre perimetral de movilidad municipal al superar tasas de incidencia de Covid de 500 casos por cien mil habitantes en 14 días. Se trata de Marbella (con 665 casos), Almería (602) Cádiz (559) y Algeciras (550). El resto de capitales y grandes ciudades andaluzas podrá mantener o recuperar su movilidad interprovincial desde este viernes. Jaén, con una tasa de 234 casos es la capital de provincia con incidencia más baja esta semana. El resto de grandes ciudades supera los 250 casos.
La evolución de la pandemia sigue indicando un progresivo descenso de la curva de contagios. Aunque ayer la comunidad notificaba 1.803 nuevos contagios de coronavirus, dato levemente superiores al del miércoles, suponen casi la mitad de los 3.506 contagios de hace una semana.
Esto ha permitido un importante descenso de la tasa de incidencia acumulada durante 14 días que baja hasta los 372 casos por 100.000 habitantes y se acerca a la media nacional que ayer era de 321 casos. La tasa andaluza a 7 días, 118 casos, augura que seguirá la tendencia descendente de la curva de contagios.
Hospitalizados
Esta mejoría se refleja en la presión asistencial de los hospitales que ya baja de los tres mil pacientes Covid ingresados, casi 2.000 menos del máximo de ingresos en la tercera ola que se alcanzó el 2 de febrero. Este jueves había 2.943 enfermos Covid hospitalizados –248 menos que el miércoles– de los que 624 son críticos atendidos en Cuidados Intensivos.
La cifra de 83 fallecidos es también sensiblemente menor que la de la estadística del pasado jueves, con 21 decesos menos. Málaga es la provincia que más muertes sumó ayer, con 25, seguida de Sevilla con 13, Cádiz con doce, Córdoba con once, Jaén con ocho, Huelva con seis, Almería con cinco y Granada con tres.
La preocupación ahora es el comportamiento que pueda tener la cepa británica «mucho más contagiosa», según el consejero Jesús Aguirre, que estima será la mayoritaria en Andalucía en un corto espacio de tiempo.
Actualmente la cepa británica supone el 41% de los casos en Andalucía, «pero viendo la velocidad de crecimiento que tiene, será mayoritaria dentro y de una semana o diez días», añadió Aguirre. En este sentido ha apuntado que en el Campo de Gibraltar ya es mayoritaria y el 51% de los contagios es de cepa británica.
Esta mutación se detectó primero en las aguas residuales de Granada en la última quincena de noviembre. No obstante, fue en el Campo de Gibraltar donde hubo un gran contagio por comunicación. Según Aguirre, es una «zona explosiva, que por la comunicación con el Peñón hubo un flujo de personas no controladas con PCR en el mes de diciembre que supuso una expansión muy importante».
apresudado a defender el sistema y utilizarlo como eje de sus campañas de promoción, de forma que unos cereales chocolateados se presentan al consumidor como más saludables para desayunar que un pan con aceite.
España se posicionó en contra de Nutriscore en 2016. Entonces, la ministra Isabel García Tejerina ya expuso las objeciones de nuestro país en el Consejo de ministros europeo. En el frente de países contra el sistema destacaba Italia que advertía del perjuicio del semáforo para alimentos fundamentales de la dieta mediterránea. Su ministra de Agricultura, Teresa Bellanova, planteaba este verano a su colega de cartera en España, Luis Planas, que había que luchar unidos para replantear el sistema. Pero España, de la mano del Ministerio de Consumo, que dirige el coordinador de IU Alberto Garzón, está decidido a encender ya el semáforo a pesar de la oposición de sectores como los aludidos del aceite de oliva y el jamón, las denominaciones de origen o la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética.
Debate en Europa
En realidad, el Gobierno solo puede por ahora recomendar a los productores que asuman este etiquetado, ya que Bruselas no decidirá sobre su obligatoriedad hasta después de 2022.
La movilización del sector del aceite de oliva ha conseguido al menos que el Gobierno de España se replantee su inclusión en el sistema. Garzón anunció que el aceite de oliva quedará exento de este etiquetado. No ocurre lo mismo con el jamón, según reconocía este miércoles la directora general de Consumo que exigía más avales científicos para liberarlo del sambenito de ser un producto poco saludable.
La declaración del portavoz del Gobierno andaluz, Elías Bendodo, criticando que «Ahora vengan estos señores comunistas a decirnos que el jamón es perjudicial para la salud», ha avivado la polémica. A la vista de las respuestas, se demuestra que el semáforo de Garzón inquieta al Gobierno por el frente que puede abrir en el potente sector de la Alimentación en plena crisis.