Facebook cede ante Camberra y desbloquea a Australia de su red
se restaurarán en la plataforma», celebró ayer ante la prensa el tesorero nacional y voz cantante de las negociaciones, Josh Frydenberg, «El código mantiene su condición obligatoria», añadió el dirigente australiano, en compañía de el ministro de Comunicaciones, Paul Fletcher, que destacaron la importancia de que Facebook llegue a acuerdos «de buena fe» con los medios australianos.
La pasada semana, Google y Facebook se alzaron en armas contra las intenciones de la democracia australiana de aprobar un borrador que imponía el canon a las gigantes tecnólogicas. Aunque finalmente la primera, Alphabet Inc, decidió llegar a un acuerdo con News Corp, en propiedad del magnate australiano Rupert Murdoch, Mark Zuckerberg cumplió con su amenaza de bloquear el pasado 18 de febrero la difusión de noticias en represalia a la proposición de ley, aprobado por la Cámara de Representantes y que ha llegado esta semana al Senado.
Sin embargo, la red social midió mal los daños del órdago provocando una respuesta casi unánime de potencias como India, Reino Unido, Francia, y sobre todo Canadá, que denunció la acción de Facebook asegurando que seguirá adelante con una legislación similar a la australiana. Camberra buscó liderar una campaña internacional para presionar a Facebook. El bloqueo de Facebook terminó convirtiéndose en una suerte de advertencia a los gobiernos democráticos sobre el poder real de las gigantes tecnológicas.
«El hecho de que, como ha pasado en Australia, (las gigantes tecnológicas) estén dispuestas a tomar decisiones de la noche a la mañana con un gran impacto en la sociedad es un gran recordatorio de hasta qué punto estas plataformas forman parte de nuestras vidas. ¿Esto es deseable? No, no lo es», concluye Marietje Schaake, presidenta del think tank Cyber Peace Institute, con sede en Ginebra.