Un gobierno que mira al Tajo
Moreno llama a desarrollar un «andalucismo moderno» en el lugar donde se definieron los símbolos de la región
l Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía se celebró ayer en una ciudad, Ronda, aún cerrada perimetralmente por la alta incidencia del virus. No importó, ni tampoco el frío que se acercaba desde la Serranía, que hizo tirar de bufanda y chaleco a más de un consejero, pero que no impidió que los acuerdos del Gobierno andaluz se comunicarán en una rueda de prensa en el jardín exterior del Ayuntamiento, en donde una placa recordará la reunión del Ejecutivo de Juanma Moreno sólo unos días antes de la celebración del día de Andalucía.
La reunión, que desde la llegada del «gobierno del cambio» ha salido de San Telmo ya en varias ocasiones, se convocó en Ronda para recordar el espíritu fundador del andalucismo. En 1918, en el Círculo de Artistas se celebró la Asamblea de Ronda. En ella participaron alrededor de 60 personas, procedentes de 39 localidades diferentes de toda Andalucía, Ceuta, Huesca y Madrid, según cuenta Enrique Iniesta en su libro «Blas Infante, toda la verdad».
Sirvió para definir los símbolos de la región que aún la representan. Se
Eadoptó la bandera blanquiverde de la paz y la esperanza, así como el escudo en el que se representa a Hércules acompañado por dos leones y flanqueado por las columnas del héroe griego, que la tradición sitúa en el Estrecho de Gibraltar. Al mismo tiempo se proclamó que había llegado el momento de que la región se despertara y levantara para salvarse a sí misma y a España de la «vergonzosa decadencia» a la que había sido arrastrada durante varios siglos por los poderes centrales.
Queja parecida a la que el presidente Juanma Moreno esgrimió al requerir un nuevo sistema de reparto de la financiación autonómica al Gobierno central, así como que Andalucía tenga más peso en las decisiones, tanto a nivel nacional como europeo. Fueron sus palabras tras lo que definió como «un consejo histórico» por «su enorme simbolismo».
El presidente llamó a desarrollar «un andalucismo moderno». «Abierto al resto de España y del mundo, cada uno con su acento y su manera de entender Andalucía», señaló Moreno en una reunión que será recordada porque Ronda estuvo presente desde el inicio, desde sus calles empedradas hasta los pestiños y dulces de convento que se sirvieron en el desayuno con el café, agua, zumo de naranja con canela, el pequeño bocadillo y la fruta.
Era el día en que se conocieron las medallas de Andalucía para el Parlamento Andaluz o para los docentes por su trabajo durante la pandemia. También el título de Raphael como nuevo Hijo Predilecto tras más de 60 años de carrera y asismismo lo fue para las buenas noticias económicas, ya que la región vuelve a poder financiarse en los mercados después del castigo por incumplir con déficit.
Se recordó a los 8.000 andaluces muertos, se decidió dedicar el 28-F a sus familiares así como a todos aquellos que por culpa del Covid han perdido su trabajo o negocios. Los mismos que hay que rescatar del borde de un precipicio tan alto como el Tajo, del que no huyeron los consejeros tampoco tras la reunión. Por supuesto, con suma prudencia.
Tras la polémica
El presidente reivindicó un andalucismo «abierto a España y al mundo, cada uno con su acento»