Protestas en Argentina por el escándalo de los vacunados VIP
Al menos un centenar de políticos y sindicalistas se saltaron su turno
–según las imágenes– enarbolaba banderas de argentina y pancartas donde acusaba al Gobierno de criminal por haberse ‘choreado’ (birlado) vacunas para la población de riesgo con prioridad, para entregárselas a su círculo de empresarios afín, familiares y, como diría Fernando Simón, allegados. A esta escena del sábado le sucedieron otras similares en el interior del país después de que se hiciera público, hace una semana, que al menos un centenar de personas (se desconoce la cifra exacta) se saltó el turno de vacunación y recibieron el fármaco en el mismo ministerio y ‘vacunatorios vip’. El escándalo le costó el puesto y una reputación de décadas, al ministro de Salud, Ginés González García.
Al principio y una vez explosionada la bomba de las vacunas VIP, en los medios de comunicación, –con ‘Clarín’ en primera fila de investigación–, el Gobierno, en un intento de frenar la que se avecinaba, difundió 70 nombres de ‘colados’, entre los que figuraban sindicalistas de peso, como el líder camionero y multimillonario, Hugo Moyano, también el periodista, exmontonero y todavía presidente del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Horacio Verbitsky, el expresidente Eduardo Duhalde y su familia, el Procurador del Tesoro y exconvicto por corrupción del Gobierno de la viuda de Néstor Kirchner, Carlos Zannini, el actual senador y exministro de Asuntos Exteriores, Jorge Taiana,
el ex embajador en el Vaticano Eduardo Valdés y el empresario español Florencia Aldrey y su familia. Capítulo aparte se dispensó al fotógrafo presidencial, Esteban Collazo, de 34 años o al secretario privado del Presidente, Nicolás Ritacco, de 27.
Caída de popularidad
Beneficiados El camionero sindicalista y millonario Hugo Moyano es uno de los que se vacunó antes de tiempo
A medida que se van conociendo nuevos nombres de los vacunados VIP aumenta la indignación contra un Gobierno que asiste, desesperado, a la caída en picado de su popularidad, apenas seis meses antes de que se celebren las elecciones legislativas de medio término. Cada día que pasa el oficialismo tiene más complicado hacerse con una victoria contundente en la renovación parcial del Congreso y el Senado. Lo mismo sucede en otras provincias, pero, especialmente en la de Buenos Aires, donde los locales de La Cámpora, organización política fundada por Máximo Kirchner, también asumieron la misión de ‘vacunatorio VIP’. Axel Kicillof, actual gobernador, echó más leña al fuego de forma involuntaria. El ministro de Economía, cuando se produjo la intervención y posterior expropiación de YPF a Repsol, defendió la vacunación de unos jóvenes que trabajan en un call center porque «la disposición era clara para todos» e incluía a «quienes desde el principio de la pandemia hicieron el seguimiento de los casos y respondieron las llamadas de teléfono».