Trump desgaja de sí el ‘ismo’, y deja su mensaje entre los candidatos a los que apoyará
HUGHES
TRUMP no se va y tampoco montará un nuevo partido. El domingo reapareció con un discurso de importancia en el que manifestó la convicción de dominar el Partido Republicano.
Está con ganas de guerra. El enemigo es la izquierda y su ‘agenda destructiva’, pero también los RINOS, los republicanos de boquilla. Todo empieza por una batalla en la derecha.
Tan decidido está Trump que presentó el ‘trumpismo’, lo llamó así por primera vez. Sin darse importancia, cerca siempre de la hilaridad, lo expuso como un destilado de sí mismo, un programa político que abre la posibilidad de un sustituto en 2024. Trump desgaja de sí el ‘ismo’, y deja su mensaje, lo disemina hecho doctrina (ya no producto) entre los candidatos a los que apoyará. Plantea el trumpismo como ideología base de un nuevo partido republicano. ¿Y qué es el trumpismo?
«El futuro del Partido Republicano es un partido que defienda los intereses y valores sociales, económicos y culturales de las familias trabajadoras americanas de cualquier raza, color o credo».
«Creemos en la educación patriótica y nos oponemos firmemente al adoctrinamiento radical de la juventud. Es horrible. Estamos comprometidos a defender la vida inocente y los valores judeocristianos de nuestros fundadores. Elevamos la libertad de pensamiento, nos enfrentamos a la corrección política y rechazamos la locura de la izquierda, en particular, la cultura de la cancelación. Sabemos que el ‘rule of law’ es la máxima salvaguardia. Y afirmamos que la constitución significa exactamente lo que dice, como está escrita, como se escribió. Quieren cambiarla, quieren deshacerse de ella».
«Creemos en plantar cara a China, cerrar la subcontratación, recuperar nuestras fábricas y cadenas de suministro (…) Las empresas que abandonan EE.UU. para crear puestos de trabajo en China y otros países nos han estafado durante años, y no deberían ser recompensados”.
Se entiende que en la España de la disolución nacional, el paro, la ideología estatal de género y el capitalismo de ‘coleguis’, esto sea subversivo.