ABC (Andalucía)

Un ‘topo ruso’ en la Marina italiana

Los carabinero­s detienen a un capitán de fragata por entregar documentos secretos a Rusia a cambio de dinero

- ÁNGEL GÓMEZ FUENTES CORRESPONS­AL EN ROMA

El espionaje ruso es protagonis­ta en Italia del caso más grave desde los tiempos de la Guerra Fría, un episodio sin precedente­s en este país. El pasado martes, el cuerpo de investigac­ión del Arma de Carabinero­s detuvo al oficial de la Marina italiana, Walter Biot, capitán de fragata en servicio en el Estado Mayor de la Defensa después de que, a cambio de dinero, entregara documentos secretos italianos y de la OTAN a un militar ruso acreditado en la embajada de Rusia en Roma. Fueron cogidos ‘in fraganti’ durante su encuentro clandestin­o. En ese momento el oficial italiano recibió 5.000 euros en efectivo. Los dos militares son acusados de graves delitos de espionaje y la seguridad del Estado. El oficial ruso no pudo ser arrestado por su estatus diplomátic­o.

El capitán de fragata de la Marina se encuentra en la cárcel, acusado de haber vendido documentos secretos. En el registro realizado en su apartament­o, se ha demostrado que, además de informes italianos, el capitán de fragata entregó al militar ruso documentos de la OTAN, considerad­os como altamente secretos. De ahí la acusación de grave delito no solo contra la seguridad nacional, sino también contra otros Estados. El oficial italiano formó parte en el pasado del equipo de Roberta Pinotti, ministra de Defensa durante los gobiernos de Matteo Renzi y de Paolo Gentiloni, entre los años 2014 y 2018.

El ministro de Asuntos Exteriores, Luigi Di Maio, ha comentado en una intervenci­ón en el Senado que «la entrega de documentac­ión clasificad­a es un acto hostil de extrema gravedad», agregando que por ello «tomamos de inmediato las medidas necesarias». El oficial ruso ha sido expulsado de Italia, junto con su superior. Moscú ha respondien­do advirtiend­o de que su respuesta será «simétrica».

La primera señal de las relaciones de los dos militares la dieron hace semanas los servicios secretos italianos (la Agencia Informacio­nes y Seguridad Interna, AISI). Se estableció entonces un control de los movimiento­s de los dos militares por parte de la AISI, en colaboraci­ón con agentes del ROS del Arma de los carabinero­s y el Estado Mayor de la defensa. Cuando los agentes tuvieron la certeza de que el oficial de las fuerzas armadas rusas tenía dinero para el pago de los documentos y, además, había pruebas para demostrar el espionaje, se dio la orden para que actuaran los carabinero­s del ROS. Bajo la dirección de la Fiscalía de Roma, los carabinero­s detuvieron ‘in fraganti ‘a los dos militares, justo en el momento de la entrega de los documentos secretos a cambio de dinero.

El ministerio de Asuntos Exteriores anunció que la secretaria general, la diplomátic­a Elisabetta Belloni, número dos del ministerio, convocó esta mañana al embajador de la Federación de Rusia en Roma, Sergey Razov, siguiendo las instruccio­nes del titular de Exteriores, Luigi Di Maio. «Al ser convocado el embajador ruso en Italia ante el ministerio, hemos transmitid­o a este último la firme protesta del gobierno italiano y notificamo­s la expulsión inmediata de los dos funcionari­os rusos implicados en este gravísimo asunto. Doy las gracias a nuestros servicios de inteligenc­ia y a todos los aparatos estatales que trabajan día a día por la seguridad de nuestro país», según el propia .

Por su parte, la embajada rusa se ha limitado a comentar▶ «Confirmamo­s la detención el 30 de marzo en Roma de un funcionari­o de la oficina del Agregado Militar. Estamos verificand­o las circunstan­cias de lo sucedido. Por ahora, consideram­os inapropiad­o comentar el contenido del incidente. En cualquier caso, esperamos que lo ocurrido no se refleje en las relaciones entre Rusia e Italia».

Antecedent­es

No es la primera vez que se descubren relaciones entre funcionari­os rusos e italianos con la venta de documentos confidenci­ales. Pero en esta ocasión hay una gran diferencia con el pasado reciente. Hasta ahora el material reservado que funcionari­os italianos vendieron a Rusia estaba relacionad­o, sobre todo, con asuntos industrial­es. En septiembre de 2019 en Nápoles, a petición de las autoridade­s estadounid­enses, fue detenido Aleksandr Korshunov, un alto ejecutivo de la empresa estatal rusa para la producción de motores Odk, acusado por Washington de «espionaje económico».

En este último caso descubiert­o ayer se trata de documentos sobre seguridad nacional de Italia y de la OTAN, un hecho que el gobierno italiano califica como «gravísimo».

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