Otros estrenos
∑‘Ruega por nosotros’. Cinta de terror en la que un periodista descubre una serie de aparentes milagros en Nueva Inglaterra.
∑‘Digimon Adventure’. Nueva entrega de la saga animada que pretende ofrecer un desenlace a la historia original.
∑‘La última primavera’. Drama español sobre la tensa relación de los vecinos de la Cañada Real con las autoridades.
a sido una de las decisiones más absurdas de la última edición de la Guía Michelin. En un año complicado en el que los responsables de la empresa de neumáticos pregonaban que se publicaba para apoyar a la hostelería, incluyendo incluso establecimientos cerrados y sin fecha próxima de reapertura, tan sólo a un restaurante abierto le retiraban la estrella▶ Álbora. Al margen del feo detalle de señalarlo
Hsólo a uno en un momento tan complicado, desde un punto de vista meramente gastronómico, que es el que nos interesa, no puedo entender la decisión de los inspectores de la Guía Roja. Comí allí unas semanas antes del cierre impuesto por la pandemia. Y he regresado hace unos días. No he encontrado ninguna diferencia. Si hace un año merecía la estrella, ahora nada explica que se le haya retirado.
Hace cuatro años se puso al frente de la cocina Agustín González, bajo la supervisión de Sergio Manzano, cocinero ejecutivo del grupo (que incluye
os discos que fueron grabados antes de marzo de 2020 y fueron publicados ya en pandemia, se toparon con un mundo diferente, más feo, al ver la luz. Pero hay algunos, como ‘Gran Pantalla’, que se han movido como pez en el agua en la nueva realidad. Y es que el cuarto elepé de Biznaga, cuyo hilo conceptual está basado en la vertiginosa amplificación de las relaciones sociales pixeladas, distanciadas y despersonalizadas, ha resultado ser un terrible presagio de lo que estaba a punto de ocurrir. «Odiamos tener razón», dice el bajista Jorge Navarro, que este sábado toca en Vibra Madrid, un ciclo de conciertos que va a catalizar la reapertura de varias salas de la capital tras un año entero de parón. «Ya llevamos unas cuantas actuaciones en directo en pandemia, y aunque no nos terminamos de acostumbrar al nuevo contexto, por ahora es lo que hay y al menos nos está permitiendo seguir. Es obvio que hay ganas de que la industria vuelva a funcionar», comenta Navarro, que como compositor de todas las letras del grupo, ha aprovechado estos meses de confinamientos para «leer bastante y tomar algunas notas» para su próximo disco. «Estos días estoy empezando a ordenar ideas, el año que viene conoceréis el resultado», promete el músico malagueño, que ya tiene un nuevo augurio▶ «Si el mundo poscoronavirus que yo me imagino fuera una película, sería un ‘crossover’ entre ‘Saló o los 120 día de Sodoma’, de Pier Paolo Pasolini, e ‘If’, de Lindsay Anderson».
Durante todo este último año, casi todos los aspectos sociales de nuestra vida cotidiana se han visto confinados en la ‘gran pantalla’ que vaticinaba el título de su álbum, incluyendo la música en directo. «Aún no he visto ningún concierto en ‘streaming’
Lque se acerque a la experiencia de uno en condiciones pre pandémicas», opina Navarro. «Creo que la pervivencia de ese tipo de formatos no estará en su capacidad para sustituir a lo de antes tratando de simularlo de forma exacta, sino en aportar algo diferente dentro de la propia simulación que constituyen». En paralelo a estos nuevos formatos, la industria ha experimentado estos meses lo que algunos denominan «revalorización del ‘mainstream’», un fenómeno lógico si se tiene en cuenta la enorme brecha que separa a los artistas famosos de los ‘underground’, en cuanto al músculo financiero para competir y sobrevivir en el mundo digital. «Primero habría que definir a qué nos referimos con ‘valor’ o qué es ‘underground’ y qué ‘mainstream’», puntualiza el perspicaz bajista. «Si nos ponemos rigurosos, veremos que en realidad no pueden competir porque no se expresan con los mismos códigos, por más que puedan convivir en una ‘playlist’, en una lista de lo mejor del año de un medio o en el imaginario de un fan. Si con ‘valor’ nos referimos al valor mercantil, a su capacidad para proyectar una imagen de éxito y ejercer influencia, sería tramposo equiparar esos dos mundos. Ahora bien, parece que en la actualidad abunda un discurso que propugna y celebra que las fronteras entre uno y otro se han difuminado. Se ha recuperado cierta idea de que la vanguardia es el mercado, pero considero que esto la mayoría de las veces solo es un argumento para vender capitalismo de plataforma disfrazado de modernidad. Lo que de verdad es moderno, rara vez es ‘mainstream’, porque en cierta forma supone la antítesis de lo ‘mainstream’».
∑Madrid.