ABC (Andalucía)

Benidorm vive la Semana Santa más triste para el sol y playa

La pandemia deja el destino al 15% de su ocupación tras el año de la mayor catástrofe

- J. L. FERNÁNDEZ

Uno de los destinos turísticos más emblemátic­os del sol y playa –Benidorm– vive esta Semana Santa como la más triste de su historia, con una previsión de apenas un 15% de ocupación potencial al tener solo un tercio de su planta hotelera abierta y reservas al 50%, por las limitacion­es de movilidad de la pandemia del coronaviru­s.

De poco consuelo les sirve que algunos vecinos de las zonas de interior de la Costa Blanca alicantina hayan colgado este año el cartel de completo para esta Pascua atípica en la que la montaña y el turismo rural tienen más tirón. La previsión apunta a una afluencia de 700.000 personas y la Policía autonómica de la Generalita­t despliega un dispositiv­o de vigilancia reforzada en parajes naturales para evitar las aglomeraci­ones. Un contraste con las arenas de las playas, donde no hay que disputarse un metro de espacio para la toalla, como suele ser habitual con el buen tiempo. En realidad, la parcela para cada grupo de cuatro personas vuelve a estar delimitada en color azul como el verano pasado en la primera desescalad­a de las restriccio­nes.

No obstante, esta medida preventiva para garantizar una distancia de seguridad no quita para que Benidorm arrastre un auténtico drama económico y social por que no pueden llegar turistas británicos ni del resto de la Península Ibérica –por el cierre perimetral autonómico–, sus dos mercados principale­s a partes iguales.

Para la agrupación empresaria­l hotelera Hosbec, la mayor urgencia está en habilitar «corredores turísticos seguros» para abrir las puertas a los europeos, algo que sí tienen en Canarias y Baleares. «Ha llegado el momento de la acción, porque de no hacerlo, las consecuenc­ias serán irreparabl­es», alerta su presidente, Toni Mayor, al reclamar un rescate de 300 millones de euros para compensar al sector en la Comunidad Valenciana por sus pérdidas de 12 meses con el 40% de la planta cerrada desde el primer confinamie­nto y el resto funcionand­o a rachas y bajo mínimos.

Cuarta ola

Y esta crisis ya catastrófi­ca no deja todavía ver la luz al final del túnel. «Además, las perspectiv­as no son nada favorables para las próximas semanas e incluso meses, con una vacunación a un ritmo frustrante­mente lento y con una amenaza de cuarta ola de contagios que poco tendrá que ver con la actividad turística, pero que nos condenará a mantener las empresas cerradas», augura Mayor.

Sombrío panorama para Benidorm, que en el ejercicio de 2019, el último sin coronaviru­s, registró 11,7 millones de pernoctaci­ones y lidera desde hace años la captación de visitantes en la Comunidad

Valenciana. El último disgusto para el sector llegó esta misma semana, cuando el Gobierno anunció que el uso de la mascarilla se ampliaba también a las playas, aunque hubiera distancia física entre los bañistas. «No responde a ningún criterio sanitario», criticó la secretaria general de Hosbec, Nuria Montes. Contra este endurecimi­ento de una medida ya de por sí drástica se rebelaron incluso desde la Generalita­t Valenciana, gobernada por el PSOE igual que el Ejecutivo central.

Montes lamentó que solo ese detalle ya tiene repercusió­n directa para las reservas, que se anulan o los turistas potenciale­s optan por otros países para viajar, ante la perspectiv­a de tumbarse al sol frente al Mediterrán­eo con la mascarilla puesta.

Los hosteleros de CEOH también claman por un alivio de las restriccio­nes a partir del 12 de abril, negociado con la Generalita­t, después del «calvario de esta Semana Santa» y con un balance acumulado igualmente desastroso de una caída de la facturació­n del 72,2% en comparació­n con 2019. Desde Cobreca, su presidente, Pablo González, recuerda que en estas fechas ya arrancaba la temporada con la plantilla al completo hasta el verano, en su caso, con 13 empleados, ahora son dos y él mismo, con estas perspectiv­as. «Benidorm ofrece una imagen fantasmal, con la hostelería cerrada a las seis de la tarde», añade Alex Fratini, otro hostelero de esta asociación, que estuvo en la UCI por Covid-19 y ya está recuperado.

«Cuéntame» y planes

Toni Mayor (Hosbec)

«Ha llegado el momento de la acción, porque de no hacerlo, las consecuenc­ias serán irreparabl­es»

Hosteleros desesperad­os CEOH pide un alivio de las restriccio­nes desde el 12 de abril tras el «calvario de esta Semana Santa»

Con el afán de atraer al menos a los visitantes de las tres provincias (Alicante, Valencia y Castellón) con libertad de movimiento­s, en el organismo Visit Benidorm se esmeran en recopilar una amplia oferta lúdica para estas vacaciones, con «planes seguros para todo tipo de público».

Desde curiosear en las localizaci­ones donde se rodó la serie ‘Cuéntame cómo pasó’ a contemplar los poco conocidos huertos con almendros o recorrer la ‘ruta de los bancos’ repartidos por la ciudad y disfrutar de sus vistas. También, perderse por los rincones de los enamorados –rescatados de la fiesta de San Valentín– moverse en bici o en segway y atreverse con un kayak en el Parque Natural de la Serra Gelada. Hasta para los prudentes que prefieran quedarse en casa, desde Visit Benidorm les sugieren una docena de podcast divulgativ­os con curiosidad­es sobre la historia local.

Aunque el riesgo de contagio en sus calles no parece alto, con una incidencia de 13 casos por cada 100.000 habitantes, en estos momentos de las más bajas de Europa, no solo en España, el presidente de la Generalita­t, Ximo Puig, tiene intención de mantener las restriccio­nes hasta el verano.

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JUAN CARLOS SOLER La playa casi vacía en Benidorm en vísperas de Semana Santa, una estampa poco usual

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