Muere Julen Madariaga, uno de los fundadores de ETA
Los asesinatos de Ordóñez y Goikoetxea le llevaron a pedir el final del terrorismo
Julen Madariaga, uno de los fundadores de ETA, falleció ayer a los 88 años tras una larga enfermedad. Tras militar durante años en Herri Batasuna, abandonó la formación después de que esta no condenase el asesinato de Gregorio Ordóñez y apoyó la creación de Aralar. En una entrevista hace justo cuatro años afirmaba▶ «He dudado mil veces si hicimos bien fundando ETA».
Madariaga fundó la banda en 1959 con un grupo de jóvenes nacionalistas, entre ellos José Luis Álvarez Enparantza, ‘Txillardegi’, críticos con la, a su juicio, tibia actitud del PNV en la resistencia contra Franco. Nació en Chile, donde su familia había emigrado, aunque a partir de los diez años se trasladó a Bilbao, informa ‘El Correo’.
Estuvo procesado en el juicio de Burgos en rebeldía y a finales de los ochenta fue condenado por la Justicia francesa por colaboración con banda armada a raíz de la operación Sokoa. La pena fue de cuatro años de cárcel y cinco de prohibición de residir en Francia, adonde se había trasladado y donde residía desde hacía años. De hecho, tenía la nacionalidad gala. Vivía en un caserío en Iparralde, entre Senpere y Ainhoa.
Madariaga tuvo un papel clave en los primeros años de la banda, aunque enseguida fue adquiriendo más un valor simbólico que operativo. De fuertes creencias abertzales, siempre se situó en el lado de los que apostaban por imprimir a la banda un carácter más nacionalista que de izquierdas.
Su alejamiento de ETA fue progresivo y alcanzó su punto de inflexión
(RUSIA)
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