Aprender a parir desde el otro lado de la pantalla
∑Después de un año de pandemia, las embarazadas siguen recibiendo clases virtuales para saber cómo cuidarse y afrontar el momento de dar a luz
arol y Javi están esperando su primer hijo. «¡Estamos de 29 semanas!», aseguran al unísono con gran emoción. Sin embargo, como cualquier pareja en su situación, no esconden cierta preocupación porque las clases de preparación al parto que recibirían de manera presencial, hoy les llegan a través de una pantalla a la que se conecta Laura de los Santos Domínguez, su matrona del Centro de Salud Fronte
Cras (Madrid) para, desde la distancia, darles las instrucciones precisas. Reconocen que lo hacen así porque no les queda más remedio a causa del Covid-19. «No podemos comparar estas clases con las presenciales, pero la verdad –añaden– es que estamos aprendiendo un montón de cosas muy interesantes. No sabemos cómo serían de otra manera, pero en este formato nos responden a todas las dudas y nos mandan información adicional de interés».
Carol apunta que ella se apresura en recopilar todas las cuestiones que plantean otras futuras mamás que también están conectadas al mismo curso porque «cuanta más información tengo más segura me hace sentir. Dentro de lo que cabe, esta forma online es cómoda, puedo conectarme desde el sofá. Es verdad que a veces hay mala conexión, pero intentamos sacar mucho partido porque tenemos muchas dudas que resolver▶ cómo saber si estoy de parto, en qué momento debemos ir al hospital, cómo son las instalaciones, si debo llevar mascarilla todo el tiempo, de qué manera hacer las respiraciones, si puede acompañarme el padre del bebé, qué nos vamos a encontrar allí...».
Etapa muy inquietante
Gema sí estuvo en clases presenciales en su anterior embarazo. «Me hubiera gustado que con mi segundo hijo también fuesen ‘in situ’ porque el embarazo es una etapa muy inquietante para una mujer y la cercanía siempre te da más compañía, te sientes más arropada cuando las emociones están a flor de piel. Hacerlo online resulta más impersonal».
Explica también que hay cuestiones muy prácticas que pierden mucho al verlas en pantalla. «Que se acerque a ti tu matrona da mucha más tranquilidad, te da la sensación de ser más partícipe, sobre todo a las primerizas. Tras la pantalla escuchas y ya. Somos de una cultura que nos gusta el roce, y en estado de gestación mucho más».
Laura de los Santos Domínguez, matrona de Fronteras, entiende perfectamente el sentir de las mujeres en estas clases online. «Intentamos que las conexiones sean lo más parecido a las sesiones en el centro. Utilizamos igualmente muñecos de bebés y maquetas de la pelvis para mostrarles lo que es importante que aprendan. También les enviamos documentación y vídeos para que estén lo más preparadas posible para el parto, posparto, crianza, cuidados del recién nacido...».
Referente imprescindible
Ella entiende que la matrona es un figura de referencia imprescindible para estas mujeres. «Lo que hacemos es que nos conectamos con ellas y al mismo tiempo también lo hacen las matronas y ginecólogas del Hospital Torrejón de Ardoz donde van a dar a luz, así como las enfermeras de planta y pediatras. De esta forma atendemos de manera coordinada todas las dudas y les transmitimos mayor seguridad».
No oculta esta experta que en presencial se llega más en profundidad a los temas y se crea un clima de mayor confianza, «pero nos hemos tenido que adaptar y ahora, desde el otro lado de la pantalla, intentamos reproducir al máximo las jornadas presenciales. Lo que más echan en falta es hacer aquí