Las vacunas no son de Sánchez

La forma en la que hace un par de días Sánchez, con una euforia poco contenida y una contundencia propias de períodos electorales, informó de que entramos en un tiempo de vacunaciones masivas, proponiendo sucesivas fechas escalonadas que nos deberían llevar indefectiblemente a alcanzar ese tan ansiado porcentaje mágico del 70 por ciento el próximo verano (esta vez ya no ha concretado mes), me sugiere una serie de precisiones▶

1. Sánchez no es el dueño de esos millones de vacunas, aunque, tal como se ha expresado, crea serlo. Los dueños, en todo caso, seremos los españoles, que algo habremos pagado o vamos a pagar por ellas, no son gratis.

2. El éxito o no de las vacunaciones corresponderá a las administraciones autonómicas, salvo que, ahora, después de casi un año de ‘ausencia’ y de una pésima gestión de la parcela que él mismo se había reservado (basta ver la última chapuza de orden reguladora del uso de las mascarillas), Sanidad quiera tomar el mando para rematar la faena y apuntársela él… si sale bien.

3. En cuanto a Madrid, los madrileños no podemos, no deberíamos, precisamente ahora que vienen elecciones, olvidar el maltrato de palabra y obra que hemos recibido de su parte y de la de algunos de sus ministros▶ ahí está la manifestación del 8 de marzo del año pasado; la falta de controles serios en Barajas desde el principio, puerta abierta de par en par al virus proveniente de fuera de nuestras fronteras... que luego se paseaba por Madrid para adentrarse en el resto del territorio nacional; o ese arbitrario cierre perimetral obligatorio de Madrid ‘porque-lo-mandoyo’, que, finalmente, fue derrotado en los tribunales (otra chapuza más).