Los andaluces no pueden elegir vacuna a pesar de los recelos hacia AstraZeneca
∑Su uso se amplía a las personas de 66 a 69 años tras un acuerdo con Sanidad ∑El porcentaje de renuncias registra un leve aumento y ronda el 0,9 por ciento
Las continuas idas y venidas en torno al plan de vacunación con AstraZeneca han minado la confianza de la población en la fórmula de la compañía anglosueca por la posible relación con casos de trombos. Las dudas y recelos generados son el indeseado efecto secundario que ha dejado la suspensión del uso de esta vacuna entre los menores de 60 años. Ayer hubo un nuevo giro de guión en la estrategia de este fármaco▶ la Comisión de Salud Pública amplió su administración a las personas de edades comprendidas entre 66 y 69 años, además de las de 60 a 65 que ya se lo estaban poniendo.
La nueva pauta da un respiro a la Junta de Andalucía, que no puede permitirse el lujo de renunciar a los viales de la compañía anglosueca. Sus 564.800 dosis representan más de una cuarta parte de los más de 2 millones de vacunas que el Gobierno le ha mandado hasta ahora. La Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica rechaza poner vacunas a la carta y recuerda que «actualmente la población no puede elegir la vacuna a administrarse». Así lo establece en una instrucción interna emitida ayer, horas después de que el Consejo Interterritorial de Sanidad acordara interrumpir la vacunación con AstraZeneca a menores de 60 años.
En el documento consultado por ABC y distribuido entre los profesionales sanitarios y centros educativos, el órgano de la Consejería de Salud y Familias marca la pauta de actuación ante aquellos que se muestren reacios a inmunizarse con dicho fármaco. Señala que «la situación de la pandemia» y «la escasez de vacunas» frente al Covid impide la libre elección de las dosis indicadas para cada grupo, que deberá ponerse la que le corresponda. Tampoco «los profesionales pueden cambiar las indicaciones de la Estrategia de Vacunación Covid-19» acordada con el Ministerio de Sanidad, que deben seguirse «de forma estricta». Así, prosigue la citada instrucción, «aquellas personas de entre 60 y 65 años que no presenten ninguna de las patologías de muy alto riesgo descritas para el grupo 7 —que engloba a pacientes con cáncer, VIH, trasplantados y en diálisis— sólo podrán recibir la vacuna Vaxzevria», más conocida como AstraZeneca.
La Junta acata la decisión pactada entre el Ministerio y las comunidades autonómas para administrar también AstraZeneca a los 349.711 andaluces de entre 66 y 69 años, nacidos entre 1952 y 1955, ambos inclusive. El objetivo es «completar cuanto antes la vacunación de la población más vulnerable a la Covid-19». El Ministerio deja abierta la posibilidad de utilizar otras vacunas en estos grupos de edad «en función de la disponibilidad».
La comisión no ha resuelto aún qué hacer con quienes ya han recibido la primera dosis de AstraZeneca y tienen menos de 60 años, la mayoría de ellos profesionales esenciales como docentes y policías, a la espera de más evidencias científicas. El presidente de la Junta, Juanma Moreno, se mostró partidario de completar la pauta con dicha vacuna a los menores
AstraZeneca Aguirre quiere ser
«el primero en vacunarse»; ayer le tomó la delantera el consejero Velasco
de 60 años que se han puesto la primera, aunque abogó por atender a los criterios de la Agencia Europea del Medicamento.
Aguirre quiere AstraZeneca
Para infundir «tranquilidad absoluta» a los andaluces, el consejero de Salud, Jesús Aguirre, aseguró que «será el primero en vacunarse» con el suero de AstraZeneca «y lo haré públicamente para que vean mi apoyo absoluto a esta vacuna». Por su edad (nació en 1955) pertenece a la cohorte e los 66 a 69 años y será de los últimos en pincharse de este grupo, puesto que se empezará con los nacidos en 1952. «Estoy loco porque me llegue el turno», reconoció a principios de marzo en ABC. Ayer le tomó la delantera el consejero de Transformación Económica, Rogelio Velasco. A pesar de que es más joven que Aguirre —que es médico de profesión—, Velasco, a sus 64 años, se convirtió en el primer consejero del Gobierno andaluz que recibe la inyección de AstraZeneca.
A principios de marzo, el porcentaje de andaluces que habían renunciado a pincharse alguna de las tres vacunas autorizadas (Pfizer, Moderna o AstraZeneca) representaba un 0,6%