«Podemos es la gasolina de los grupos de extrema izquierda»
Expertos policiales advierten de que la polarización de la calle abocará a disturbios
La extrema izquierda madrileña –Antifas, Bukaneros, Distrito 14, anarquistas...– ha tomado el testigo del independentismo catalán radical en el acoso violento a Vox, en ambos casos en medio de la justificación, cuando no el aliento, de Podemos en el caso de la Comunidad de Madrid y de los partidos secesionistas en Cataluña. «La campaña electoral del 4 de mayo va a ser larga y tensa; muy tensa. La calle está muy polarizada y la mecha para que se produzcan incidentes es cada vez más corta», advierten fuentes policiales de la máxima solvencia consultadas por ABC.
Los sucesos del pasado miércoles en la ‘plaza roja’ de la popular barriada de Vallecas amenazan con reproducirse mientras la Policía diseña dispositivos y se vuelca en la búsqueda de información sobre los movimientos y planes de los grupos radicales de ultraizquierda.
«A pleno rendimiento»
«La Brigada de Información de Madrid trabaja a pleno rendimiento y nuestra ventaja es que les conocemos bien, les trabajamos desde hace muchos años y sabemos cómo funcionan. Por eso aquí no se han producido incidentes de la gravedad de los que se han visto en otras ciudades», explican las mismas fuentes, que añaden, no obstante, que «impedir que se produzcan altercados no siempre es posible;
Cambio de actitud
«Vox puede y debe hacer campaña donde quiera, pero es deseable que ayude más al que lo protege»
primero, porque vemos que hay una voluntad decidida por parte de esa gente de liarla, y segundo porque a veces las víctimas, Vox en este caso, no informan con antelación de sus movimientos y eso complica el trabajo de los agentes». De hecho, ya se han adoptado iniciativas por parte de las Fuerzas de Seguridad para corregir esas disfunciones.
El partido de Santiago Abascal ya ha dejado muy claro que va a hacer campaña en todos los lugares que considere oportuno, al margen de que el sitio elegido pueda tener más o menos votos de la extrema izquierda, o que los grupos violentos de ese sector ideológico tengan allí mayor o menor actividad. A partir de ahora los ‘puntos calientes’ pueden ser los actos que se hagan en Carabanchel, Usera y Villaverde. Y Vox va a volver a Vallecas, con toda la carga simbólica que esa nueva convocatoria va a tener.
La Policía no ve problema en ello, siempre que se coordine la legítima actividad electoral con las necesidades mínimas de cualquier dispositivo de seguridad▶ comunicación del acto con adelanto suficiente y seguimiento de las recomendaciones de los agentes, que siempre, aseguran las fuentes consultadas, serán lo menos invasivas posible. «El resto es cosa nuestra», insisten, al tiempo que destacan la experiencia de los agentes como la mejor garantía de que Vox pueda desarrollar su campaña en las condiciones exigibles en un Estado democrático.
Lo que preocupa, y mucho, es el discurso de los principales líderes de Podemos –en esta ocasión Pablo Iglesias, la ministra de Igualdad, Irene Montero, y Pablo Echenique–, que justifican y, en cierto modo también alientan, las agresiones. «Eso es gasolina para los grupos violentos, y no es la primera vez que lo hacen; con los sucesos desatados tras el encarcelamiento de Hasel ya sucedió lo mismo, y es muy grave, máxime si se tiene en cuenta que se trata de un partido de Gobierno. Los radicales viven como un éxito ese tipo de afirmaciones; les reafirma en sus posiciones y los envalentona».
Eso sí; de momento no se ha encontrado relación directa entre esos colectivos y la formación de Pablo Iglesias, «más allá de que algún miembro de unos y otros puedan tener un contacto personal... Pero no hay coordinación ni comunicación estable entre ellos, que sepamos», insisten las fuentes policiales.
Necesaria colaboración
Aunque la situación está controlada, los expertos consultados advierten de que en cualquier altercado puede producirse una desgracia, no porque se busque sino por simple mala suerte. «Eso es lo más delicado, porque a partir de ese momento la violencia puede crecer de forma exponencial. Por eso es tan importante que los partidos políticos colaboren, por supuesto sin renunciar a sus planteamientos, pero sí evitando que esa polarización de la calle vaya a más, dando facilidades a la Policía y, por supuesto, condenando de plano cualquier actitud violenta».
Las reuniones de los máximos responsables de la seguridad en Madrid se suceden estos días. Como es lógico tras los disturbios del miércoles –la
Delegación del Gobierno tiene ya un amplio informe de todo lo sucedido, y como siempre tras cada intervención se hizo el correspondiente juicio crítico de la actuación policial–, pero van a continuar toda la precampaña y campaña para coordinar la respuesta.
Estrategia peligrosa
El desafío es que los incidentes no vayan a más, pero las fuentes consultadas también son conscientes de que algunas formaciones no están dispuestas a rebajar la tensión, porque creen que les beneficia electoralmente. «Ocurrió por primera vez en el País Vasco,
da a los anteriores. Además, forman parte de la llamada Coordinadora 25S, que es el ente que los engloba y que organizó los distintos ‘Rodea el Congreso’, ‘Yo no pago’ o ‘Jaque al Rey’. En su cúspide están viejas glorias del movimiento antisistema madrileño, algunos ya sesentones, que dan la cara pero no participan en el cuerpo a cuerpo.
A ellos, la Policía los tiene ya más que fichados de otras algaradas; y ahora empieza a hacerlo con los del Movimiento Antirrepresivo de Madrid, el más nuevo (se creó en mayo de 2018, a raíz del caso Valtònyc y que ahora han impulsado las revueltas por Pablo Hasel). Muchos son desencantados de Podemos y de la entrada del 15-M en las instituciones. Aquí encontramos una amalgama bastante más peligrosa de antisistema, anarquistas y proetarras. Se reúnen en casas okupas como La Traba, Atalaya, Eko de Carabanchel, el antiguo Solar Maravillas y, además de camisetas, venden fanzines en el ‘ateneo popular’ y el ‘ateneo anarquista’ de Alcorcón. También disponen de una cuenta corriente como ‘caja de resistencia’ para los detenidos y pagar a la abogada de Hasel. Hay gente en su órbita con lazos con exmiembros de los Grapo y el antiguo PCEr que ponen tenderetes en el mercadillo de Tirso de Molina los sábados, donde venden libros y enseñas sobre Mao o la Rusia bolchevique.