Ecuador decide hoy si regresa a la senda bolivariana o se desmarca de ella
Guillermo Lasso y Andrés Arauz se disputan la Presidencia en segunda vuelta
Con la respiración contenida por lo ajustado de las encuestas que hablan de un empate técnico entre Andrés Arauz, del movimiento Unión por la Esperanza (UNES), vinculado al socialismo del siglo XXI, y Guillermo Lasso, de la alianza centroderechista CREO-Partido Social Cristiano, quien tendría una ligera ventaja, los ecuatorianos regresan hoy a las urnas para escoger, en segunda vuelta, al nuevo presidente que gobernará los próximos cuatro años. Una elección que se ha vuelto crucial para el continente, pues se sabrá si el país andino sigue la senda de Argentina y Bolivia, de vuelta a la ola bolivariana, o si se desmarca de ella.
Los ojos del hemisferio se han posado en Ecuador, país de 17 millones de habitantes, con una economía pequeña y en crisis, en instantes en que la pandemia ha desbordado el sistema hospitalario, por segunda vez, y han vuelto las restricciones y el toque de queda nocturno (levantado por las elecciones); en tanto que el plan de vacunación muestra graves fallas de organización.
De cara al exterior, Ecuador se mira en el espejo de Bolivia, donde el regreso al poder del Movimiento al Socialismo (MAS) ha supuesto el retorno al país del expresidente Evo Morales y la cárcel para la expresidenta Jeanine Áñez, a quien se acusa de terrorismo, sedición y conspiración.
Tan pronto encarcelaron a la expresidenta Áñez, Rafael Correa, quien tiene sentencia en firme a ocho años de prisión por recibir pagos para financiar su movimiento político Alianza País a cambio de adjudicar contratos millonarios, escribió en Twitter que «todo era cuestión de tiempo…Pronto les tocará a los sinvergüenzas de aquí…». Y ha mencionado al presidente Lenín Moreno, a la fiscal general de la Nación, a varias autoridades de control, así como a empresarios, periodistas y canales de televisión como sus futuras víctimas. Mientras, el candidato Arauz ha anticipado que los jueces anularán los juicios en contra del exmandatario, prófugo en Bélgica, porque se trata de «persecución política».
A los ecuatorianos no les han contado lo que significa el socialismo del siglo XXI▶ lo sufrieron por 10 años consecutivos, cuando se persiguió a dirigentes sindicales, indígenas, medios de comunicación; se usó a la justicia para castigar la disidencia y Correa se autoproclamó «jefe de todos los poderes».
El ejemplo de Venezuela
«El correísmo no solo habla de quedarse en el poder; ha manifestado su oposición al sistema de libertad de prensa, a la banca privada y ha planteado una economía más cerrada», comenta a ABC Walter Spurrier, director de ‘Análisis Semanal’. De hecho, Arauz dijo en ‘Contacto Directo de Ecuavisa’ «que el pueblo ecuatoriano no deberá gobernar solo cuatro años, sino 20 o 50 años, para un proceso de transformación profundo». Venezuela, con todos sus males, «no parece suficiente ejemplo frente a actitudes de profundo resentimiento social y profunda desconfianza en la misma sociedad», dice el excanciller Benjamín Ortiz Brennan.
En la orilla opuesta a Arauz, Lasso ha reiterado su respeto a la alternancia, a las libertades y a una economía abierta; en la segunda vuelta ha incorporado a su agenda temas de derechos de las mujeres y se ha acercado a las minorías. Ha usado las redes sociales y hecho vídeos de TikTok para llegar a los más jóvenes.
Hoy en Ecuador se juega el contrato social, un acuerdo de convivencia pacífica y democrática en liberta con todas las debilidades del sistema, versus un modelo autoritario de retroceso que ya vivió el país que, en materia de derechos, retrocedió dos décadas, apunta María Paz Jervis, decana de Ciencias Sociales y Jurídicas de la Universidad Internacional SEK.
Con solo dos opciones, los ecuatorianos han superado la apatía de la primera vuelta, donde hubo 16 candidatos, y hoy tienen expectativas por un futuro mejor. Superar la crisis sanitaria y encontrar un empleo es la mayor aspiración, en un país en el que menos de la mitad de los que están en el mercado laboral tienen empleo pleno, con seguridad social y a tiempo completo.
Para quien gane la Presidencia y asuma el poder el próximo 24 de mayo, la gobernabilidad será un gran escollo. Ninguna agrupación tiene mayoría en la nueva Asamblea Nacional y la fragmentación en partidos y movimientos políticos es evidente. Lo que suceda en las urnas en Ecuador y que ha concitado el interés especial de la región será la ocasión para encontrar un nuevo liderazgo tras el errático gobierno de Moreno, que termina su gestión con cifras históricas de reprobación, de un dígito.
Vaticinio de las encuestas Se habla de empate técnico, pero con una ligera ventaja para el candidato centroderechista Lasso