Cinco esposas para Heini
todas las actividades que emprendía. Fue un gran defensor de la Iglesia católica en Hungría y Transilvania, donde tenía profundas raíces familiares. Y durante el apogeo de la Guerra Fría quiso contribuir a fomentar la paz mundial, llevando la diplomacia cultural a un nivel totalmente nuevo. Tenía un gran sentido del legado que quería dejar detrás y pasó la mayor parte de su vida creando una de las colecciones privadas más importantes del mundo y, en un acto de gran generosidad, la abrió al público para que todos pudieran disfrutarla. Era un hombre de fuerte voluntad y enorme carisma, divertido, entretenido y querido y admirado por muchos. Aprendí mucho de él, teníamos una relación muy especial que guardo como mi mejor recuerdo. Sigue siendo mi mentor, mi inspiración y mi guía».
Su colección, a España
La idea del barón era ampliar
Villa Favorita para que su colección se quedase allí, pero las autoridades suizas no apoyaron el proyecto y decidió llevarla al extranjero. Hubo ofertas muy golosas, como la de la Fundación Getty de Los Ángeles y el Reino Unido. Margaret Thatcher se lamentaba amargamente en sus memorias por no haber logrado la colección Thyssen para su país. Fue España quien se llevó el gato al agua. Tita jugó un papel decisivo. La colección fue adquirida por el Estado español en 1993, un año después de la apertura del Museo Thyssen en el Palacio de Villahermosa, cerca del Prado. La venta se hizo por 350 millones de dólares, destinados a compensar a los herederos. Apenas un puñado de esas 775 obras valdrían ese precio. Sotheby’s las tasó en 1.200 millones de dólares.
Tomás Llorens, durante años conservador jefe del Museo Thyssen, guarda un buen recuerdo del barón▶ «Tuvo una vida muy complicada. Era un hombre con una gran sensibilidad estética y una ética romántica, como un personaje de la literatura alemana del XIX. Aunque de familia muy rica, heredó más bien deudas. Aprovechó el ‘boom’ económico de la reconstrucción tras la guerra y ganó muchísimo dinero. Tuvo éxito en los negocios. Me llevaba bien con el barón, coincidíamos en gusto pictórico. Le gustaba decir que no sabía de arte, pero sabía más de lo que decía. Tenía muy buen ojo, mejor que su padre. Tuvo malas experiencias con galeristas norteamericanos y se alejó de las galerías para comprar siempre en subastas». Dice que quedó encantado con el museo cuando se inauguró en 1992. Falleció en 2002, a los 81 años, en Sant Feliu de Guíxols (Gerona), poco después de firmar la ansiada paz familiar▶ el llamado Pacto de Basilea, tras años de litigio en Bermudas. Sus restos reposan en el Castillo de Landsberg (Alemania).
El barón, consumado esquiador, conoció a la bella modelo de origen angloescocés en un tren en Saint-Moritz. Nacida en 1932, vivía en París. Tuvieron dos hijos, Francesca y Lorne.