ABC (Andalucía)

Vinicius enmarca el contragolp­e

El brasileño y Fede Valverde pusieron en jaque al Barcelona por las bandas

- TOMÁS GONZÁLEZ-MARTÍN

Ha sido menospreci­ado, vilipendia­do, vapuleado y es mucho mejor entrenador de lo que muchos le consideran. Zidane ha tenido que estrujarse esa cabeza sin cabello para sacar petróleo de un pozo blanco que parecía seco y ha demostrado que su plantilla tiene muchas calidades distintas a las que hemos visto durante un lustro. El Real Madrid de las tres Champions tenía un fútbol clásico de ataque que los rivales se sabían de memoria y que, sin Cristiano, ya no sorprendía a nadie. Las crisis le han hecho buscar otros recovecos y es Vinicius, un futbolista que en principio no le gustaba demasiado, el arma letal que ha transforma­do al equipo para convertirs­e en un once muy peligroso. La estrategia de robo y contragolp­e tuvo en el clásico su máxima expresión y los balones al ‘guepardo’ brasileño fueron una tortura para un Barcelona formado por futbolista­s de construcci­ón que no saben defender a extremos de la clase de ‘Vini’, que así reza su camiseta.

Vinicius por la izquierda y Valverde por la derecha pusieron en jaque a los azulgranas. El campeón jugó a esperar al enemigo y en cuanto robó la pelota lanzó pases medidos al extremo que provocaron la jugada del primer gol y otra acción que acabó en un trallazo al poste de Valverde, además de otras tres internadas que no acabaron en el marcador por culpa de Ter Stegen y de dos imprecisio­nes en el pase final.

Al final, con tres centrales

Precio muy caro

Casemiro fue expulsado y Nacho sumó su quinta tarjeta y serán baja frente al

Getafe

Con la ventaja, el sistema de Zizou se consolidó en pases cada vez más largos hacia Valverde y Vinicius. Las dos ‘V’ destrozaro­n a los visitantes, que intentaban acortar distancias y sufrían al correr hacia atrás en persecució­n de los dos atletas blancos.

El Real Madrid arriesgaba al encerrarse atrás y el Barcelona tuvo dos oportunida­des, pero los blancos hacían daño cuando obtenían el esférico y creaban su contra a los pies de Modric, Kroos y Benzema, con los dos extremos abriendo el campo. El gol de Mingueza premió el dominio barcelonis­ta y cambió la tensión del clásico. Lo dramatizó.

Asensio sustituyó a Valverde para renovar el estilo de ataque local. Vinicius estrelló un segundo balón en el poste visitante, tras un centro con rebote. El encuentro era una ruleta rusa. Se pasaba de la posibilida­d del empate a la opción del tercer gol madridista en treinta segundos. Vinicius se escapó y dio mal un centro de la muerte a Benzema. Luego evitó un cabezazo letal del delantero francés. Fueron errores que el brasileño cometió por cansancio. Fue cambiado, junto a Kroos y Benzema, para inyectar energía y sujetar los puntos.

Entraron Marcelo, Isco y Mariano. Zidane pasó a la defensa de tres centrales. El Real Madrid mejoró y se colocó líder. Pero pagó un precio muy caro▶ Casemiro fue expulsado, Nacho sumó su quinta tarjeta y Lucas se lesiono en la rodilla.

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EFE Vinicius ante Araujo en la jugada que provocó la falta del 2-0

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