El Campo de Gibraltar, en vilo por el Fondo de Barril de Cepsa
Con una inversión prevista de 1.000 millones de euros y la creación de 3.000 empleos, esta importante apuesta de la petrolera está judicializada tras la denuncia de ecologistas
El Campo de Gibraltar, la comarca gaditana con el puerto más importante de España, el de Algeciras, y el polo químico más potente de Andalucía, sufre sin embargo una insoportable tasa de desempleo, a lo que se suman las lacras del narcotráfico y el contrabando de tabaco. Con una población que supera los 270.000 habitantes, los últimos datos del paro cifran en 42.111 los desempleados en los ocho municipios de la zona. La amenaza de un Brexit duro —se negocia ahora un tratado entre la UE y Reino Unido sobre Gibraltar—, que podría acabar con más de 14.000 empleos de trabajadores transfronterizos, y la pandemia, no han hecho sino agravar la voluble situación de esta comarca.
Proyectos como el Fondo de Barril de Cepsa constituyen por tanto un salvavidas al que agarrarse. Así lo entienden el sector empresarial e industrial de la zona y sindicatos como la UGT, que hace unos días convocó una concentración en Algeciras a favor del proyecto. Los ecologistas lo han llevado sin embargo ante los tribunales. El Fondo de Barril consiste en la construcción y explotación de una nueva unidad de proceso en la refinería San Roque-Gibraltar
denominada ‘LC-Finning’, así como otras unidades de proceso, tanques y servicios auxiliares con el objetivo de ganar eficiencia e innovación al procesar las partes más contaminantes del crudo. Se trata de una inversión cercana a los 1.000 millones de euros y de la creación de 3.000 empleos durante la fase de construcción, que está fijada en cuatro años. La nueva unidad supondrá un incremento del 14% de las actuales instalaciones de San Roque y requerirá para su explotación de más de 300 puestos de trabajo.
El Fondo de Barril supone por tanto un balón de oxígeno al que muchos no están dispuestos a renunciar. Ya cuenta con los parabienes del Gobierno central y la Junta de Andalucía, a través de las autorizaciones ambientales pertinentes, y sólo falta la autorización administrativa y la licencia de obras del Ayuntamiento de San Roque. El alcalde de San Roque, Juan Carlos Ruiz Boix, explicó recientemente a ABC que el
Ayuntamiento ya tiene aprobado de manera inicial el proyecto de reparcelación, que debe ser sometido a exposición pública y que, una vez se apruebe de manera definitiva, se tramitará el estudio de detalle para autorizar la urbanización y la licencia de obra.
Desde la UGT le piden que agilice los trámites «porque todo está en el tejado del Ayuntamiento», asegura Manuel Saucedo, secretario comarcal de FICAUGT. Este sindicato lo tiene claro. El proyecto es necesario y las obras deben comenzar cuanto antes «porque la refinería tiene los días contados si no se ejecuta un proyecto innovador y más sostenible», sentencia Saucedo. «El Fondo de Barril’ hará un combustible más sostenible, sobre todo enfocado a la navegación marítima. Con la nueva normativa, los barcos no podrán utilizar en 2022 el combustible actual y este proyecto precisamente fabricará el producto que sí podrán utilizar al ser menos contaminante», añade.
En la refinería trabajan entre 1.500 y 1.700 trabajadores. Este sector, añade UGT, garantiza puestos de trabajo estables y bien remunerados. «El sector que tira de la economía de esta comarca es el industrial, además del Puerto, y ambos están interconectados. Nuestra esperanza es el Fondo de Barril».
Posición municipal
Para que el proyecto salga adelante hace falta que el Ayuntamiento de San Roque mueva ficha