¿Orgullosos de nuestra Historia?
Visitando hace unos días el Museo Naval de Madrid, quedé decepcionado al ver que el almirante Blas de Lezo contaba con unas pocas piezas en un pequeño rincón de una de las salas. Una miniescultura, un cuadro, un mapa y poco más para resaltar la figura de uno de los mayores héroes de la historia de España. Si hubiera sido inglés, francés o estadounidense de seguro que tendría grandes salas en muchos museos del país, pero en España somos expertos en minusvalorar todo nuestro pasado. La Historia de cualquier país tiene luces y sombras, pero ignorarla facilita que la desinformación y los anacronismos no dejen de crecer. los políticos que se van a vivir a un chalet en una pudiente zona residencial «no saben lo que pasa fuera».
Acaba de reclamar la indemnización que le permitirá cobrar durante 15 meses 5.316 euros mensuales (contrario al código ético de Podemos) por los servicios prestados como vicepresidente, entre los que se incluye no haber visitado ni una residencia de mayores, ni un hospital. Vive en una burbuja, protegido por un fuerte dispositivo policial, si bien no duda en agredir a los miembros de las Fuerzas de Seguridad. Está aislado del resto de los mortales. Su discurso original ha quedado arrinconado y hasta su credibilidad.
Con tales antecedentes ¿es posible que haya, todavía, quien pueda confiar en él?