Erdogan desafía a la UE y acusa a sus dirigentes de «incompetentes islamófobos»
∑Pide a los emigrantes turcos que sean «la pesadilla de los políticos europeos» ∑El incidente con Von der Leyen ocultó la falta de acuerdos entre ambas partes
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y la de la Comisión, Ursula von der Leyen, habían ido a Ankara con la idea de suavizar las tensiones con Turquía. Que lo único que haya salido de aquella reunión con el autócrata turco Recep Tayyip Erdogan fuese el caso de la falta de cortesía con la presidenta del Ejecutivo comunitario dice mucho de la ausencia de resultados de la gestión. De hecho, el propio Erdogan se ha encargado de dejar claro hasta qué punto la situación no ha mejorado en absoluto con un discurso el viernes ante una organización de turcos que residen en Europa y a las que les ha dicho que los dirigentes europeos, especialmente los franceses, se dedican a atacar a los musulmanes para ocultar «su fracaso en la política interna y externa».
«Los políticos europeos no tienen éxito en su acción exterior y están arrinconados en la política interna y por eso están tratando de cubrir su incompetencia atacando a los musulmanes y a mí. La islamofobia se ha convertido en una de las herramientas más importantes para que los políticos occidentales oculten su fracaso», dijo en una reunión con la Unión Internacional de Turcos Demócratas Europeos, (Union of European Turkish Democrats, UETD), una organización dirigida desde el partido de Erdogan para tratar de encuadrar a los turcos que viven en la UE. Esta organización no es ilegal, aunque se encuentra desde hace unos años bajo vigilancia de la Oficina Federal de Protección de la Constitución de Alemania, que considera sus objetivos y acciones incompatibles con el orden libre y democrático.
La idea de los representantes europeos para tratar de moderar las tensiones con el dirigente turco era recompensar la suspensión de sus decisiones y acciones unilaterales en aguas disputadas con Grecia y Chipre dejando a un lado también las sanciones que pedían varios países. Y al mismo tiempo ofrecer una mejora de las condiciones del tratado de unión aduanera que se redactó hace 25 años, y la renovación del acuerdo migratorio de 2016 por el que la UE pagó a Turquía 5.000 millones de euros para que se hiciera cargo de los refugiados e inmigrantes sirios y afganos que intentan entrar en Europa. Von der Leyen y Michel le pidieron también que reconsiderase la decisión de retirar a Turquía del Protocolo de Estambul para combatir la violencia contra las mujeres que había anunciado días antes, pero todo fue en vano. De aquella reunión solo se ha hablado del problema protocolario y en cuanto al resultado real, la versión oficial es que se trató de «un primer paso» cuyos efectos «se evaluarán en el próximo Consejo Europeo» a la luz del comportamiento de Erdogán en lo sucesivo.
Discurso victimista
En todo caso, parece que la «agenda positiva» que ofrecían los dos máximos dirigentes europeos no ha tenido la acogida que se esperaba. En Europa viven más de seis millones de turcos y en su discurso Erdogan les alentó a seguir siendo «una pesadilla para los políticos europeos» ante el «racismo cultural» del que a su juicio serían víctimas. La descripción de Europa que hizo Erdogán en este acto, según el diario ‘Hurriyet’, es la de un lugar en el que los ataques contra las mezquitas y asociaciones religiosas musulmanas habrían aumentado «ante el silencio de los demócratas, intelectuales y académicos europeos».
«El aumento de la xenofobia y la islamofobia son el reflejo de esto. Introducir diferentes modelos para el islam en algunos países de Europa representa esta perspectiva malsana», dijo Erdogan, en una referencia a Francia, que prepara una legislación para influir en el control de las actividades religiosas de las comunidades musulmanas. La UETD, a la que el Gobierno turco financia generosamente, se dedica principalmente a alentar a los turcos que viven en Europa a que no se integren en la vida cultural y social de sus países de acogida para preservar sus raíces religiosas y nacionales.
Dentro de la OTAN
Por lo que respecta a la UE, el turco ha podido ver con satisfacción cómo su actitud en la reunión con Von der Leyen y Michel se ha transformado más en una disputa interna o un reflejo de la supuesta rivalidad entre los representantes de las dos instituciones europeas y que, aparte de reacciones más raciales como la del italiano Mario Draghi, no ha tenido consecuencias diplomáticas ni simbólicas para él. Ni siquiera se ha llamado a consultas al embajadir turco en Bruselas. La UE se encuentra en una situación en la que sigue necesitando a Turquía para evitar que la frontera griega no se colapse con otra oleada de refugiados o de inmigrantes irregulares que provocarían una nueva situación explosiva en algunos países. Por otro lado, la UE y la nueva administración estadounidense creen que la OTAN todavía necesita a Turquía para frenar a Rusia e Irán y hacen lo posible por mantenerla dentro de la alianza militar ya que en las dos orillas del Atlántico prefieren que no se aproxime demasiado a los gobiernos poco democráticos de Moscú y Pekín.
Dinero a espuertas
Erdogan financia generosamente a la Unión Internacional de Turcos Demócratas Europeos y les pide que no se integren en sus países de acogida Ataque a Francia
El presidente turco atacó al Gobierno francés por su intento de controlar la actividad religiosa de las comunidades musulmanas de Francia