EE.UU. se distancia de Netanyahu tras el ataque contra Irán
Israel vuelve a poner a prueba la relación con Biden durante la visita del jefe del Pentágono
Una vez más, Benjamín Netanyahu ha intentado forzarle la mano a Estados Unidos con respecto a Irán, provocando en esta ocasión una profunda preocupación en la Casa Blanca por el futuro del acuerdo nuclear con el régimen de los ayatolás. Según informa la prensa de Israel, citando fuentes propias, ese país es el responsable de un sofisticado ciberataque que ha provocado un devastador apagón en las centrifugadoras de la central nuclear de Natanz, epicentro del programa atómico del régimen islámico. Ese ataque se produjo justo cuando el jefe del Pentágono, Lloyd Austin, estaba de visita en Israel, el primer viaje de un alto funcionario de la Administración Biden a la zona.
El supuesto ciberataque tiene lugar, además, después de que Biden autorizara que se reanuden las negociaciones con Irán para devolver a EE.UU. al pacto nuclear que boicoteó Donald Trump. El diálogo entre Teherán y Washington es de momento indirecto, por medio de intermediarios reunidos en Viena desde la semana pasada. La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, fue ayer escueta y clara▶ «EE.UU. no estuvo implicado, de ningún modo, y no tengo nada que añadir sobre las causas y los efectos de semejante ataque».
Netanyahu es dado a darle sorpresas a las administraciones demócratas de EE.UU. durante visitas de alto perfil. En marzo de 2010, durante una visita a Jerusalén del entonces vicepresidente Joe Biden, el gobierno israelí anunció que autorizaba una extensión de los asentamientos en Jerusalén oriental en 1.600 viviendas. Fue un gesto de descortesía diplomática, y provocó una airada protesta de la diplomacia estadounidense y la Casa Blanca. Este nuevo ciberataque llega tras una serie de reuniones de Austin, secretario de Defensa de EE.UU., con Netanyahu y con su homólogo israelí, Benny Gantz.
Netanyahu en persona ha tratado de boicotear el acuerdo nuclear al considerarlo un regalo para el régimen de los ayatolás, que ha predicado con fruición la destrucción de Israel. Cuando lo negoció Barack Obama, Netanyahu se opuso. Al llegar Trump a la presidencia le insistió y le insistió hasta que al final Washington abandonó el acuerdo, dejando en él a China, Rusia, Reino Unido, Alemania y Francia. Biden ha dicho que quiere regresar y ha autorizado el diálogo indirecto mientras el régimen islámico sigue enriqueciendo uranio, algo que según Israel le coloca cada vez más cerca de tener un arma nuclear.
Biden dijo en cuanto asumió el cargo que volver al acuerdo sería una prioridad para él. Irán exigió inmediatamente que, como condición para negociar, se levanten primero las sanciones en su contra. La situación quedó estancada hasta ahora. Régimen teocrático, Irán ha sido acusado de violar ampliamente libertades civiles y derechos básicos, incluidas detenciones arbitrarias y ejecuciones sumarias.
La versión de Irán
Jen Psaki «EE.UU. no estuvo
implicado de ningún modo y no tiene nada que añadir sobre la causa del ataque»
El ministro de Exteriores de Irán, Javad Zarif, acusó ayer directamente a Israel de la explosión en la planta de enriquecimiento de uranio de Natanz y prometió, como suelen hacer los ayatolás, venganza. Zarif, que es uno de los padres del acuerdo nuclear firmado en 2015, declaró a la televisión nacional que «los sionistas quieren vengarse de los progresos que estamos logrando en el camino para lograr que se levanten las sanciones, algo que ya han dicho públicamente que no piensan permitir que ocurra», informa Mikel Ayestarán desde Jerusalén.
Israel no suele confirmar sus operaciones en Irán. La prensa israelí reveló que la causa del apagón en Natanz era ciberataque y no un simple problema eléctrico, como habían dicho los medios oficiales iraníes en un principio. Precisamente en Natanz se produjo en julio otra explosión tras la que Gabi Ashkenazi, el ministro de Exteriores, declaró que «no se puede permitir a Irán dotarse de capacidad nuclear».