La salida de Hidalgo convulsiona al grupo Globalia
El hijo del fundador abandona el gigante turístico tras su rescate por la SEPI
Matar al padre. Con esta dramática metáfora definía Sigmund Freud, el impulsor del psicoanálisis, el momento en el que cualquier hombre se libra de los lazos que le unen a su progenitor para emprender su propio camino. Es lo que acaba de hacer Javier Hidalgo▶
poner punto y final a su etapa como consejero delegado en Globalia, el holding que creó de la nada Juan José Hidalgo. Matar al padre.
Pero la dimisión de Hidalgo, que fue adelantada el lunes por ‘Voz Pópuli’, no solo supone la ruptura definitiva del hijo pródigo con el grupo familiar. También llena de incertidumbre el futuro de un gigante turístico que afronta la mayor crisis en décadas para el sector con apenas un puñado de marcas y sin sus mayores puntales.
Fuentes cercanas a la compañía aseguran que la decisión es «consecuencia del contexto actual» y destacan que hacía meses que Hidalgo no ejercía como consejero delegado. «En los únicos procesos que ha estado presente es en las grandes operaciones producidas en los últimos meses», añaden. En menos de dos años, el directivo ha acometido la venta de Air Europa a Iberia (inicialmente por mil millones, finalmente por 500), el rescate de la aerolínea por parte de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), y la fusión de Halcón Viajes, la división de agencias de viajes del grupo, con Avoris, la filial de Barceló.
En principio, esas operaciones iban a servir para que Globalia se centrara en el sector hotelero. Pero luego estalló la pandemia del coronavirus y tumbó esa apuesta. El verano pasado se conoció que el grupo estudiaba fusionar su división hotelera, Be Live Hotels, con la cadena BlueBay.
Globalia todavía cuenta con el negocio de ‘handling’ (servicios de asistencia en tierra), que no se incluyó en la operación de venta de Air Europa a Iberia. Pero distintas fuentes empresariales aseguran que este podría «continuar perfectamente en solitario» en pocos meses.
Así, la pandemia ha acelerado la desintegración de un imperio que comenzó a tambalearse con el acuerdo para vender Air Europa a Iberia en noviembre de 2019. Las restricciones impuestas para evitar la propagación del coronavirus han afectado de lleno a una compañía que se ha visto envuelta en dos de los cuatro rescates empresariales que hasta el momento ha acometido la SEPI y ha recibido, directa o indirectamente, créditos valorados por 800 millones por parte del Estado en los últimos meses. Una asistencia concedida después de que el propio fundador del grupo, Juan José Hidalgo, advirtiera al comienzo de la pandemia que sin apoyo público al grupo le quedaban «dos telediarios».
Al deterioro del negocio se ha unido durante este periodo una fuga de directivos de distintas divisiones que ha dejado en los huesos a un holding
Vuelco accionarial
La dimisión de Hidalgo, que posee el 17% del capital de Globalia, abre la puerta a cambios en el accionariado Un gigante en los huesos
En los últimos meses la empresa se ha desprendido de Air Europa y ha fusionado Halcón Viajes con Avoris
que llegó a ser un gigante turístico con facturaciones cercanas a los 4.000 millones de euros hace poco más de dos décadas.
Segunda salida
¿Qué sentido tiene hoy Globalia? Es una pregunta de difícil respuesta, porque la salida de Hidalgo ha socavado la última oportunidad del grupo para reinventarse. Y además podría tener consecuencias para el capital social de la compañía. El directivo, que ocupaba el cargo de consejero delegado desde 2016, es el segundo máximo accionista de Globalia▶ posee el 17% de los títulos. Solo su padre tiene más acciones que él. Fuentes financieras apuntan, no obstante, que su dimisión podría desencadenar la venta de una parte relevante de su paquete accionarial. La operación quedaría condicionada por la crisis del coronavirus, que también ha derrumbado el valor de los grandes grupos turísticos. Distintos fondos de inversión llevan meses peinando el mercado en busca de gangas; el interés existe. Por el momento, solo la familia Matutes (que posee el 5% del capital social) acompaña a los Hidalgo en el accionariado del grupo turístico.
Javier Hidalgo ya salió una vez del accionariado y la gestión de Globalia para fundar Pepephone, empresa de telefonía que posteriormente vendió a MásMóvil por 158 millones de euros. En esta ocasión, sin embargo, su salida del grupo familiar parece definitiva. Fuentes cercanas a su entorno aseguran que se encuentra buscando ya «nuevos retos en los que embarcarse». Por el momento, deja descabezado a un gigante turístico a punto de caer. Una compañía cuya historia es, según destaca su propia página web, «en esencia, la historia de Juan José Hidalgo».