El eje francoalemán presiona a Bruselas para que acelere la llegada de las ayudas
Los dos gobiernos exhiben su alianza como columna vertebral de la UE
El año pasado, en una de las muchas reuniones entre la canciller Angela Merkel y el presidente francés Emmanuel
Macron, la alemana explicó en una frase la importancia de las buenas relaciones entre los dos países▶ «Que Alemania y Francia se pongan de acuerdo no significa que Europa se ponga de acuerdo. Pero si Alemania y Francia están en desacuerdo, el acuerdo en Europa se pone especialmente difícil». El conocido eje francoalemán sigue siendo la columna vertebral de la política europea y el hecho de que hayan decidido presentar conjuntamente sus respectivos planes de recuperación no significa que la situación de las economías de los dos países sea similar, sino que en estos momentos comparten el interés de presionar para que la Comisión Europea acelere su tramitación de modo que el dinero llegue cuanto antes a las economías nacionales, antes de que los daños causados por la pandemia al tejido productivo sean irrecuperables. «Es importante para nosotros hacer esta presentación juntos, ya que Alemania y Francia han estado trabajando de la mano desde el comienzo de la crisis», dijo ayer el ministro de Economía francés, Bruno Le Maire, en la conferencia de prensa con su homólogo alemán Olaf Scholz. «Cuando Francia y Alemania quieren, Europa puede», bromeó Le Maire.
Aunque no siempre esté de acuerdo en todo, los demás países de la UE son conscientes de ese grado intenso de coordinación entre Francia y Alemania. Celebran consejos de ministros conjuntos y en el Consejo Europeo, en caso de que uno de los dos dirigentes esté ausente (un presidente no puede ser reemplazado por uno de sus ministros, sino que debe delegar en otro miembro del Consejo) se re
presentan uno al otro. Aunque en política exterior pueden no estar de acuerdo, en caso de que coincidan no pierden la ocasión de demostrarlo. Hace dos semanas, Macrón recibió en París al presidente ucraniano,Volodymyr Zelensky, pero la canciller Merkel se conectó por videoconferencia para participar en la reunión. Incluso en materia de Defensa existe la Brigada Francoalemana y desde el año pasado las dos fuerzas aéreas comparten sus aviones de transporte táctico en una base situada en Francia.
Tasa fiscal mínima
Y en el campo de la economía procuran también mantener una posición común. Esta semana se publicó una entrevista conjunta con Le Maire y Scholz simultáneamente en un semanario francés y otro alemán, en la que ambos anunciaban por primera vez que estaban de acuerdo con la propuesta de Estados Unidos de establecer una tasa fiscal mínima para las multinacionales que se benefician de la fragmentación política de los mercados para eludir impuestos. Ahora, la pandemia ha afectado de forma diferente a la economía alemana o a la francesa, pero ambos siguen siendo socios preferentes en todos los aspectos. Para los países con cierta dimensión dentro de la UE, la salida del Reino Unido ha eliminado un factor de contrapeso en torno al que se podía articular una alternativa. Sin los británicos, España e Italia incluso si quisieran alcanzar un grado de integración semejante, no alcanzarían a inquietar a la potencia del eje francoalemán.
Pese a ello, los cuatro grandes de la UE (Alemania, Francia, Italia y España) presentan hoy simultáneamente
Convergencia
«Cuando Francia y Alemania quieren, Europa Puede» afirma el minitro francés Bruno Le Maire
Prisas ante el deterioro de la economía
París y Berlín apuestan por hacer que el dinero fluya lo antes posible a la economía real.
sus planes de recuperación que llevan a la Comisión. Incluso para el eje francoalemán es malo que esta alianza sea vista como un mecanismo para imponer a los demás países miembros su «diktat». Pero esa escenificación no podrá ocultar la realidad de las diferencias. Mientras Alemania y Francia no han querido entrar en la distribución de la parte de créditos que les hubiera podido contribuir porque mantienen una calificación lo bastante saneada como para obtener préstamos en el mercado sin necesidad de apoyarse en las condiciones que obtiene la Comisión, mientras que Italia y España, que son los que reciben más ayudas, con diferencia, necesitan descargarse algo de su altísimo nivel de deuda apoyándose en la capacidad crediticia del ejecutivo comnunitario.