Berlín prevé en verano un impuesto global a las tecnológicas
El Gobierno alemán apoyaría una tasa mínima del 21%, como propone EE.UU.
En la presentación conjunta con Francia de su proyecto para invertir el fondo de Reconstrucción, el ministro alemán de Finanzas se mostró ayer «optimista» sobre la consecución de un acuerdo internacional este mismo verano para establecer un impuesto mínimo global a las grandes tecnológicas. Olaf Scholz considera que ha llegado la hora de tomar «decisiones valientes» y de alcanzar «compromisos». «Soy muy optimista y creo que tendremos una buena solución en verano», avanzó, confiando en el efecto positivo en las economías del euro del hecho de «terminar con la competencia a la baja» y «sin sentido» entre países en el ámbito fiscal. La situación actual, con una «solución al alcance tras años de esfuerzos, es muy prometedora», añadió.
Scholz aseguró además que, más allá de la tasa concreta del 21% propuesta por EE.UU. y que ambos gobiernos europeos apoyan, «grandes países con visiones diferentes están de acuerdo en que es necesario fijar ese mínimo común, debido a las necesidades presupuestarias que ha impuesto la pandemia». Cuando le preguntaron si no está Alemania aprovechando este contexto y la entrega del Fondo de Reconstrucción
para presionar a países reticentes como Irlanda, se limitó a responder que «ese no es nuestro estilo». «Personalmente, no tendría nada en contra de la propuesta de Estados Unidos», dijo sobre ese 21%, con el que también estaría de acuerdo Francia, aunque París propuso inicialmente el 12,5%.
«Hoy es un buen día para Europa...
Ahora podemos actuar unidos por una Europa fuerte que sea solidaria y esté preparada para el futuro», celebró Scholz, con esperanza en que se cumplan los objetivos de reducción de emisiones hasta 2050 y planes para retornar al déficit cero en 2022. Berlín, que recibirá 28.000 millones del Fondo de reconstrucción, planea gastar 11.500 millones en ayudar a las empresas a pasar al hidrógeno como fuente de energía, incentivos para comprar vehículos eléctricos y renovación de edificios que mejore su eficiencia energética.
Impacto de un 1,5% en el PIB
Destinará más de 14.000 millones de euros a facilitar el cambio digital «para ayudar a la industria del automóvil a convertir sus procesos de producción y hacer que los sectores de la educación, la salud y la administración pública estén preparados para el futuro».
El BCE ha calculado el impacto de esta inyección en un 1,5% del PIB. A largo plazo, el fondo dará como resultado un aumento de alrededor del 2% en el PIB de Alemania y un aumento del 0,5% en el empleo, según calcula Scholz por su cuenta, citando un informe del Instituto Alemán de Investigación Económica. «Hoy comienza una nueva etapa para Europa», insistió, abanderando la idea de que la Europa que salga de la pandemia será una Europa que haya dado un «paso de ruptura fundacional». «El motor europeo funciona a pleno rendimiento», subrayó, tomando como garantía el elevado nivel de cooperación París-Berlín en la UE».