De culto al cuerpo
∑CaixaForum Madrid, en su sexta colaboración con el British Museum, reflexiona, a través de 155 obras, sobre la figura humana en el arte
a representación de la figura humana es tan antigua como la vida misma. También, muy poderosa. Todas las civilizaciones, a lo largo de la Historia, se han servido de ella con muy diversos fines, sean legítimos o espurios. Es tal su poder que lo primero que hacen los pueblos cuando quieren sublevarse contra alguien es derribar sus estatuas. Lo hicieron los talibanes dinamitando los Budas gigantes de Bamiyán, lo hicieron los iraquíes tumbando la estatua de Saddam Hussein en Bagdad, lo hizo Daesh arrasando Siria y su espléndida cultura, y lo hacen hoy fanáticos derribando estatuas de figuras puestas en la picota por su pasado colonial, esclavista... La Historia, juzgada por el presente, y las imágenes, condenadas sin presunción de inocencia.
Vivimos en un mundo gobernado por la imagen. La era digital y las redes sociales han vuelto a poner en primer plano el culto al cuerpo▶ influencers, youtubers, instagramers y demás ‘ers’, empeñados en contar al mundo, en vivo y en directo, lo felices que son sus vidas y hasta dispuestos a perderlas por hacerse un selfi en el lugar más peligroso. Todo por una imagen. La moda y la publicidad santifican el culto al cuerpo. También, la política, en sus campañas electorales, como estamos viendo estos días en Madrid. En la pandemia, especialmente durante el confinamiento, se intensificó la idea de identidad personal. Nunca habíamos pasado tanto tiempo con nosotros mismos.
LTabla hohoa.
Papúa Nueva Guinea
(finales XIXprincipios XX)