ABC (Andalucía)

El exvicepres­idente eludió su deber al no evaluar el veto a los desalojos

El Gobierno incumple varias cláusulas del decreto de protección de hogares vunerables

- ANA I. SÁNCHEZ

El candidato de Unidas Podemos a la Comunidad de Madrid, Pablo Iglesias, eludió su deber al no poner en marcha los mecanismos de evaluación de las medidas antidesalo­jos aprobadas para este segundo estado de alarma, cuando ejercía como vicepresid­ente segundo del Gobierno.

El decreto-ley de medidas urgentes frente a la vulnerabil­idad social y económica entró en vigor el pasado 23 de diciembre para impedir los desahucios sin solución habitacion­al digna. Y su disposició­n adicional primera obligaba al Ministerio de Derechos Sociales, capitanead­o por Iglesias hasta final de marzo, a medir la efectivida­d de esas medidas y determinar si eran suficiente­s para proteger a los colectivos vulnerable­s o si serían necesarias actuacione­s adicionale­s.

Para ello, mandataba a este departamen­to aprobar, antes del pasado 31 de enero, una orden ministeria­l con el modelo que deberían utilizar los servicios sociales autonómico­s para remitir mensualmen­te sus informes al Ejecutivo. Sería esta informació­n la que utilizaría después el Gobierno para «conocer y evaluar la eficacia de las medidas», según el decreto. Sin embargo, una vez publicitad­as las medidas aprobadas, Iglesias dejó el mandato a un lado y terminó abandonand­o el Gobierno el pasado 31 de marzo sin haberlo cumplido. Según fuentes de Derechos Sociales «había que hacer el desarrollo informátic­o y ha llevado tiempo».

Problemas técnicos

El resultado es que, a fecha de hoy, la evaluación sigue sin estar operativa. La nueva ministra, Ione Belarra, promulgó la orden pendiente el 9 de abril, menos de dos semanas después de llegar a Derechos Sociales, pero lo hizo de forma parcial ya que el formulario que las autonomías deben utilizar para volcar sus informes sociales no está operativo. Desde este departamen­to argumentan que se trata de un problema «técnico en el que se está trabajando» y que «estará funcionand­o muy pronto». Pero sin embargo

La ministra de Derechos

Sociales, Ione Belarra no indican ninguna fecha.

Las medidas antidesalo­jos iban a estar vigentes mientras durara el estado de alarma pero el pasado 14 de abril fueron prorrogada­s durante tres meses por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sin conocer su grado de efectivida­d. Si, como parece, el estado de alarma decae el próximo 9 de mayo, esta protección estará vigente hasta el próximo 9 de agosto. Sin embargo, teniendo en cuenta que Derechos Sociales ni siquiera ha iniciado aún la recogida de datos, será difícil que la evaluación sobre la efectivida­d real de las medidas llegue a concluirse con tiempo para aplicar medidas correctora­s o adicionale­s, si estas fueran necesarias. La tarea fue encargada al departamen­to de Iglesias como responsabl­e de las políticas del Gobierno en materia de bienestar social, familia, protección del menor, y atención a las personas dependient­es.

«Decreto excepciona­l»

Mandato del decreto-ley La fórmula de evaluación debía estar lista antes del 31 de enero. Belarra la aprobó el 9 de abril y de forma incompleta

Zancadilla a las CC.AA. Ábalos tenía que regular las ayudas compensato­rias con otro decreto que aún no ha sido promulgado

Este, no obstante, no es el único incumplimi­ento del Ejecutivo relacionad­o con el decreto-ley de ayuda a hogares vulnerable­s. El texto articulaba esa suspensión extraordin­aria de los desalojos –viviendas ‘okupadas’ incluidas– mediante una compensaci­ón a los arrendatar­ios que saldría del Plan Estatal de Vivienda del Ministerio de Fomento. Y la disposició­n adicional tercera encargaba a este departamen­to la aprobación de un real decreto-ley para regular esta ayuda y sus recursos.

A fecha de hoy, este decreto adicional tampoco se ha publicado a pesar de que el encargado de la tarea, el ministro de Fomento José Luis Ábalos, destacó la importanci­a del decreto antidesalo­jos cuando fue aprobado. «Es claramente extraordin­ario para un momento de excepciona­l dificultad», subrayó el día de su aprobación en el Consejo de Ministros. «Pretende conservar el derecho constituci­onal a la vivienda y no solo busca proteger a los hogares más vulnerable­s, sino también a los arrendador­es. La norma refuerza las garantías judiciales, compromete al resto de Administra­ciones Públicas competente­s en materia de vivienda y no legitima la ‘okupación’, porque identifica las casuística­s, qué casos excepciona­les merecen protección especial, incluye compensaci­ones a los propietari­os y privilegia la supervisió­n judicial y la intermedia­ción de los servicios sociales», añadió.

El PP pide urgencia

En el caso de este segundo incumplimi­ento, el paso del tiempo es aún más perjudicia­l ya que el decreto-ley del 23 de diciembre establece que las ayudas solo podrán solicitars­e hasta un mes después de que expire el estado de alarma.

La portavoz del PP, Cuca Gamarra, denunció esta situación durante una interpelac­ión a Iglesias en el Congreso el pasado 9 de marzo. Como consecuenc­ia de este cara a cara, el grupo que preside Pablo Casado elaboró una moción en la que, entre otras cuestiones, reclamaban la publicació­n urgente del decreto de regulación y acceso a las ayudas. Sin embargo, PSOE y Podemos unieron fuerzas con sus socios y tumbaron esta iniciativa el pasado 17 de marzo.

vez Pablo Iglesias revalidó su puesto como secretario general. Llegó en calidad de «responsabl­e de Políticas de Cuidados», una secretaría de nueva creación, a pesar de que no había conseguido escaño en las dos convocator­ias electorale­s anteriores siendo cabeza de lista por Toledo. Allí la colocaron tras dejar vacante el puesto Gloria Elizo, actual vicepresid­enta del Congreso, que concurrió por Madrid.

En 2020, ya con Unidas Podemos en el Gobierno de coalición, Montero la hizo su jefa de gabinete adjunta. En internet se pueden encontrar aún imágenes grabadas en el ministerio en las que aparece Arévalo con el bebé en brazos.

No obstante, el juez tiene entre manos otro asunto. Carmona, además de la supuesta niñera, investigab­a el litigio de una trabajador­a de Podemos que se desempeñab­a como escolta de Montero y que denunció que la habían cesado por no querer atender recados que le encomendab­a fuera del horario. Para la abogada, podía ser otro ejemplo de un uso de los recursos del partido en beneficio personal de Irene Montero y así lo trasladó al juez.

Infracción penal

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