Encuentro con la 135 de su lista
La coincidencia quiso que durante la sesión de fotos con la presidenta Díaz Ayuso, una joven se acercara para identificarse: «Hola, presidenta, yo voy en tu lista». Se trata de Inés Espada, número 135, una de las dos personas que subieron de puesto cuando hubo que sacar de la papeleta electoral a Toni Cantó y Agustín Conde, por decisión de los tribunales. La joven había elegido el mismo lugar –el parque de Berlín, junto a los restos del muro del histórico «telón de acero»– para una foto, y se mostró encantada al encontrarse con la cabeza de la lista popular. mos viendo qué hace el Gobierno tras las elecciones porque usa de manera torticera los tiempos para que sean los demás los que, sin capacidad de maniobra, le rueguen decisiones de brocha gorda como es un estado de alarma. —¿Hace cuánto que no habla con Pedro Sánchez?
—Después del temporal Filomena, me llamó unos segundos, al poco de llamarme Su Majestad el Rey.
La presidenta, con la número 135 de su lista, Inés Espada
—Y desde entonces, nada.
—Nada. Eso sí, a través de los mítines suyos y de todos los ministros, sus recados me llegan. Otra cosa es que los tome en consideración.
— Unos comicios son siempre un riesgo; un giro de última hora puede cambiar las tendencias.
—Las elecciones claro que son un riesgo; las convoqué porque no quedaba otra. Lo que sí que vi florecer al poco
√ Candidato Iglesias «Pablo Iglesias ha traído mucho lenguaje violento, tensión, pero está fuera de la campaña y de Madrid»
Si el PSOE baja del 25% de votos significará su peor resultado histórico en la Comunidad de Madrid. La última encuesta de GAD3 lo ha situado por debajo.
Ruido en la izquierda
Los últimos días de campaña discurren con el temor en las filas socialistas a que sea factible que Más Madrid esté muy cerca, como han señalado algunos sondeos. Un eventual ‘sorpasso’ unido al adiós de Iglesias reconfigura el espacio político a la izquierda del PSOE.
La absorción
La incapacidad del PSOE para atraer a los votantes de Cs y su absorción por parte del PP altera la competición al reagrupar a la derecha en torno a dos formaciones políticas.