ABC (Andalucía)

LA CAMPAÑA DE LA CRISPACIÓN

10-III-2021 7-IV-2021

-

supondría el triunfo de Ayuso, que no ha eludido el cuerpo a cuerpo con Iglesias, al que ha tachado de «mala persona». Pero también ha marcado distancias con Vox, especialme­nte cuando condenó sin paliativos las cuatro balas que enviaron en un sobre a Iglesias.

Monasterio ha hecho una campaña sin ninguna concesión a sus adversario­s. No sólo no ha eludido, sino que ha buscado el enfrentami­ento con Gabilondo e Iglesias, que se visualizó cuando el líder de Podemos abandonó la cadena Ser. Ha incidido en sus intervenci­ones en que el candidato socialista sería una marioneta en manos de Iglesias. La líder de Vox no se ha recatado en lanzar mensajes equívocos contra la inmigració­n, cuestionar la violencia de género y las políticas sociales del Gobierno de Sánchez.

Su campaña ha estado enfocada a movilizar a su electorado, ya que la dirección de Vox es consciente de que una parte de sus votantes se inclina por meter en la urna la papeleta de Ayuso. En cualquier caso, si logran una docena de diputados como predicen

Un mensaje sin recorrido

Todo indica que la mayoría de los madrileños no han comprado el mensaje de que en estas elecciones se trata de combatir el fascismo

El error del presidente

Tal vez Sánchez pensó que atacar a Ayuso era una forma de ningunear a Casado. Si algo ha demostrado es olfato político, pero en esta ocasión podría equivocars­e

los sondeos, la presidenta necesitará de su apoyo o abstención para gobernar.

El PSOE y Más Madrid le han instado a que renuncie a los escaños de Vox, pero no parecen dispuestos a facilitar la investidur­a de Díaz Ayuso con una abstención. Piden algo que ellos no están dispuestos a hacer.

Mónica García, la candidata de Más Madrid, ha sido la gran revelación de la campaña. Según las últimas encuestas, pisa los talones a Gabilondo. Aunque hay mucha similitud entre el programa de la formación de Errejón y el de Podemos, García tiene un talante más moderado y dialogante que el de Iglesias. Repudio la política espectácul­o y de confrontac­ión», ha dicho.

Iglesias ofreció a Más Madrid presentar una lista conjunta, pero Mónica García rechazó el ofrecimien­to. «Madrid no es una serie de Netflix», afirmó. Su decisión fue acertada porque sus expectativ­as de escaños duplican a las de Podemos, lo cual sería una humillació­n para Iglesias si esto se cumple.

Buen trabajo de Bal

El último candidato en liza es Edmundo Bal, que ha hecho una buena campaña. Pero Ciudadanos no ha remontado tras su debacle en las pasadas elecciones generales y en Cataluña. La duda es si el partido de Inés Arrimadas podrá tener representa­ción parlamenta­ria, algo que no vamos a saber hasta que termine el recuento. La gran paradoja de Bal es que todo el mundo le valora, pero pocos están dispuestos a votarle.

El drama de Ciudadanos es que se va a votar en clave nacional, con un electorado cada vez más polarizado. Díaz Ayuso sostuvo que los madrileños tienen que elegir entre comunismo o libertad, mientras que Iglesias afirmó que el dilema está entre el fascismo y la democracia. Pero lo que está en juego es quien gobierna la comunidad más rica y dinámica de toda España.

Sánchez es consciente de que los resultados de Madrid pueden proporcion­arle un espaldaraz­o si gobierna Gabilondo o asestarle un duro golpe y demostrar que no es imbatible si Díaz Ayuso revalida su mandato. En el PP se sugiere malévolame­nte que Sánchez es el verdadero candidato en esta campaña, algo que él ha alimentado al confiar a Redondo la dirección de la estrategia de Gabilondo. Resulta probable que ello haya generado un malestar al candidato socialista, que tuvo que asumir la intervenci­ón del presidente del Gobierno en la confección de las listas y en los mensajes de campaña.

Puede que Sánchez haya cometido un error al no perder la ocasión de cuestionar la gestión de Díaz Ayuso, a la que ha elevado a la categoría de adversaria directa, cosa que no ha hecho con Núñez Feijóo o con Fernández Mañueco. Tal vez el presidente haya pensado que atacar a Díaz Ayuso era una forma de ningunear a Casado. Si algo ha demostrado Sánchez es olfato político, pero en esta ocasión podría haberse equivocado.

Los 50.000 votos del PSOE

Las encuestas apuntan a que la estrategia de la izquierda ha sido un error, pero el veredicto final lo dictarán las urnas. Gabilondo ha llamado a la movilizaci­ón de sus votantes con el argumento de que sólo están a 50.000 votos de derrotar a la derecha. Sólo la encuesta del CIS avala esa afirmación.

Como Lakoff sostiene en ‘No pienses en un elefante’, las elecciones las gana quien impone su marco mental, es decir, su lenguaje y su agenda. El teórico estadounid­ense viene a decir que los hechos son mucho menos importante­s que las interpreta­ciones. Todo indica que la mayoría de los madrileños no ha comprado el mensaje de que en estas elecciones se trata de combatir el fascismo. Por el contrario, los ciudadanos están preocupado­s por la gestión de la pandemia, el paro, los impuestos y los servicios públicos. Sólo faltan unas horas para saber quién ha vencido en esa batalla en la que las pasiones han triunfado sobre las razones.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain