Carolina Marín, sin rival en Europa
La española, primera mujer que conquista cinco títulos continentales seguidos
Las ganas, la ilusión y la fuerza que transmite en cada golpe son idénticas a las que acompañaban a aquella joven que en 2014, con 20 años, esbozó su mejor sonrisa al tocar el cielo del bádminton continental subiendo al podio para colgarse el oro en la fría Kazán. Ayer, siete años después de esa final en Rusia, una Carolina Marín mucho más experimentada, curtida ya en miles de batallas, entró en la historia de su deporte convirtiéndose en la primera mujer capaz de ganar cinco campeonatos de Europa. Y además, de manera consecutiva. Un éxito que rubricó venciendo a la danesa Line Christophersen (2113 y 21-18) en el partido decisivo, que apenas duró 37 minutos.
La volantista onubense, de 27 años, conserva el carácter de juventud que la ha convertido en una ganadora incansable, pero ha perdido definitivamente la timidez con la que debutó en un Europeo hace ya casi una década. Fue en Karlskrona (Suecia), en 2012, el campeonato de su estreno y el único de los seis que ha disputado en el que no ha subido al escalón más alto del podio. Solo en el palmarés del danés Peter Gade, una leyenda del bádminton, aparece escrita la palabra pentacampeón, la que luce también desde ayer en el de la española. Pero entre la gesta de la andaluza y la del nórdico existe, sin embargo, una diferencia▶ ella los ha encadenado en los cinco últimos europeos (2014, 2016, 2018, 2018 y 2021). La medalla que mordió ayer fue distinta a las anteriores y no solo por ese repóquer firmado en Kiev o porque se proclamara campeona sin ceder ni un solo set a lo largo del torneo. En época de coronavirus y para evitar contagios, no recibió la medalla de manos de los organizadores y fue un dron el que la condujo hasta el podio. «Quiero agradecer a todos los españoles el apoyo que me habéis dado durante estos días y que siempre me dais durante mi carrera deportiva. Una medalla más para España y supercontenta», declaró la campeona, que dedicó el triunfo a su madre.
Carolina Marín, que llegó a Kiev sin haber podido entrenarse en las últimas dos semanas debido a la aparición de seis positivos por coronavirus en el grupo de entrenamiento de bádminton del CAR de Madrid, volvió a demostrar en Ucrania que la grave lesión de rodilla que la apartó de la competición durante ocho largos meses es ya solo un mal recuerdo. Desde su vuelta a principios de este año, junto al Europeo también ha celebrado dos títulos y una plata en el World Tour, además del Swiss Open.
Todo en un año clave para la tricampeona mundial, que dentro de unos meses afrontará la defensa del oro olímpico en los Juegos de Tokio y posteriormente en el Mundial de Huelva, una ciudad que la adora.
Dominio
La andaluza se despidió del Europeo de Kiev sin ceder ni un solo set ante sus oponentes