Como en el verano de 2020 pero con vacunas y más curados

Andalucía sumaba el año pasado menos de diez casos al día y ahora supera los mil

Andalucía afronta hoy el fin del estado de alarma. Pero no es la primera vez que la comunidad recorre ese camino porque ya el año pasado —el 21 de junio, para ser precisos— decayó una medida similar que el Gobierno puso en marcha con el inicio de la pandemia. Casi 12 meses después, la situación parece igual, pero no lo es. Termina el estado de alarma pero las circunstancias que rodean este hecho son distintas.

Basta echar la vista atrás para confirmar esas diferencias. Cuando acabó el estado de alarma el año pasado la tasa de incidencia en Andalucía era de 1,1 caso por cada cien mil habitantes; hoy es de 185. Cuando se terminó este marco legal que permite la limitación de derechos fundamentales en junio de 2020 los contagios diarios de coronavirus era de 9. Ayer fueron 1.298.

¿Y cómo llegan los hospitales? En el primer fin del estado de alarma había en Andalucía 44 ingresados por Covid, 9 de ellos en la UCI. Ahora son 1.192, unos 323 en cuidados intensivos.

Una de las principales diferencias entre ambos momentos de la pandemia está en que el año pasado, cuando se declaró la crisis sanitaria, el Gobierno central optó por un confinamiento domiciliario duro. Los españoles quedaron encerrados en casa y, fruto de esa decisión, el virus se redujo a cifras residuales. Menos de diez casos diarios.

Eso no ha ocurrido ahora. Tanto la Junta como el Ejecutivo de Pedro Sánchez han preferido manejar la pandemia buscando el equilibrio entre la actividad y la salud; entre las restricciones y la movilidad. Así, las olas se han ido sucediendo de forma rítmica y siempre bajo la misma cadencia▶ suben los casos y la ola; la Junta aumenta las restricciones, la ola baja; la Junta quita limitaciones, suben los casos y la ola...

Esa tediosa realidad dejó de ser así con la llegada de las vacunas. Si en 2020 el hecho diferencial fue el confinamiento, en este fin del estado de alarma lo que lo cambia todo son las vacunas. El proceso de inmunización, que arrancó en los últimos días de 2020 ha cogido velocidad de crucero en mayo.

Las cifras crecen por días. Si en enero y febrero las inyecciones fueron solo para los centros de mayores y sanitarios de primera línea, hoy Andalucía tiene a todos los ciudadanos de más de 80 años vacunados y a gran parte de los que superan los 70. Entre los 60 y los 69 años ya tienen al menos una dosis el 65 por ciento y se ha empezado a llamar a los andaluces de más de 57. Con esos números la Junta cree que puede llegar a julio con al menos la mitad de la población vacunada y el 70 por ciento con una dosis. Suficiente, creen, para recuperar la normalidad este mismo verano.

Protección de la población

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La vacunación ayuda a bajar los contagios de Covid-19 pero la relajación de medidas los incrementa Inmunización

La Junta cree que para julio el 70 por ciento de la población tendrá al menos una dosis de la vacuna

Andalucía tiene ya más de 2,3 millones de habitantes con al menos una dosis. A eso se suma el medio millón de personas que ha pasado la enfermedad, lo que arroja que la comunidad afronta el final del estado de alarma con casi el 37 por ciento de la población diana —los mayores de 16 años— con algún grado de protección, algo que la comunidad ni soñaba en el fin del primer estado de alarma el año pasado.

En este segundo fin de estado de alarma hay dos fuerzas que luchan por influir en la pandemia. Por un lado están las mencionadas vacunas, que empujan la curva que traza la crisis sanitaria hacia abajo. A más vacunas, menos contagios y más cerca la normalidad. Por otro está la apertura de las restricciones, que fuerza en el lado contrario. A más movilidad y actividad, más casos, más hospitalizados y muertos y más lejos la vuelta a la vida previa a la pandemia.