La soledad de Nadia
Nadia se queda sin nadie. Caminó de ‘ná’. Y así perdiendo vocales parece dar la razón a aquellos que piensan que su ministerio se apellida ‘desgaste». La última en abandonar el barco, Ana de la Cueva
El equipo económico de la vicepresidenta Nadia Calviño va camino de quedarse en la pandilla económica. Al final van a caber todos en un Cabify, e incluso con las limitaciones pandémicas que ha dejado en tres el número de ocupantes... Al paso que va Nadia se va a quedar sin nadie. Camino de ‘ná’. Y así, perdiendo vocales y consonantes por el camino, parece que algunos advierten de cómo va diluyéndose el prestigio europeo que la precedía con tanto huracán podemita sentado en el Gobierno. Ella dice que se va «por motivos personales». Faltaría más. Imagínense si fuera por motivos impersonales. ¡Vamos que no se pudiera aplicar a nadie en particular! Pues ahí van, directos hacia la nada de los nadies.
Ironías y exageraciones aparte, la nueva baja del ministerio, la secretaria de Estado de Economía, Ana de la Cueva, tras varios meses con la decisión tomada, abandona también el barco. De la ‘Cueva’... a su casa. De momento. Lo previsto es que se tome una excedencia de sus labores como funcionaria pública para tomarse el descanso merecido después de la ingente carga laboral y desgaste que proporciona tanta interlocución interna y externa, pero sobre todo, poniendo buena cara a sus compañeros de sillón morado. La puntilla para algunos malpensados... el dichoso OK al rescate de la aerolínea Plus Ultra. ¡No va más! Y es que la número dos de Economía está siendo investigada, junto a otros 14 altos cargos del Gobierno, por el titular del Juzgado de Instrucción número 15 de Madrid por un presunto delito de malversación por la ayuda otorgada a la aérea. Las diligencias penales, iniciadas tras la denuncia de Manos Limpias, alcanza a los miembros del Consejo de la SEPI en el momento de conceder el rescate. Entre ellos, además de De la Cueva, Inés Bardón, número dos de Hacienda.
El caso es que Calviño se queda sin uno de los pilares clave en su equipo desde que el PSOE ganara la moción de censura en 2018, y justo escasos días después de la aprobación del Plan de Recuperación enviado a Bruselas, pero –dicen– con la satisfacción del trabajo bien hecho. Con resultados finales buenos o malos –a gusto del lector–, que ese es otro cantar, si bien tampoco es categóricamente su responsabilidad absoluta, lo sé. Que las decisiones del departamento se toman en la Comisión Delegada de Asuntos Económicos, un órgano por el que pasan todas las medidas del Ejecutivo antes de ser trasladadas a la mesa del Consejo de Ministros.
Ahora que el problema no lo tienen los que se van, sino la que se queda. Hoy los ministerios parecen estar repletitos de políticos centrífugos que echan fuera el talento, muy típico de grandes corporaciones. Ellos sabrán. Tiempo al tiempo.