La crisis destruye 5.000 empleos en la industria alimentaria
El sector facturó 7.251 millones menos en 2020 y rompe con seis años de ascensos
La industria de alimentación y bebidas rompió en 2020 con seis años de crecimiento por culpa de la crisis sanitaria. Según el informe económico de la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB), el sector perdió 7.251 millones de euros de producción, hasta los 129.854 millones de euros, lo que significa una caída del 5,4% en comparación con las cifras de 2019. En cuanto al valor añadido bruto del sector, este cayó un 8,6%, más que la producción por la mayor incidencia de la hostelería y el turismo.
No fue un año bueno tampoco para el empleo, ya que se destruyeron casi 5.000 por la crisis sanitaria. El ejercicio terminó cerrando con una afiliación de 431.800 trabajadores, lo que supone un descenso del 1,1%. FIAB destaca que los ERTE han contribuido, como en el resto de sectores, a amortiguar el golpe de la pandemia. Actualmente hay un total de 8.000 personas en ERTE, muy por debajo del máximo alcanzado durante el mes de mayo del año pasado, que fueron más de 46.000 personas. En cuanto a las empresas, hubo 3.241 industrias que desaparecieron por la pandemia, la mayoría micropymes sin asalariados. Esta cifra se ha podido paliar con el número de altas, cerrando el año con 157 compañías menos, hasta las 30.573.
El descenso de la actividad se vio influido mayormente por la parálisis del turismo y los cierres producidos en la hostelería y que no pudo ser compensado
por el contrario, si estuvieran radicadas en según qué comunidades o cualquier otro país vecino, eso se hubiera podido evitar»
Por su parte, Nadia Calviño aseguró durante su comparecencia que «aprovecharán el crecimiento económico que todos esperamos este año y los siguientes» para reducir ya desde 2021 el déficit público y la deuda pública. «Es la senda de estabilidad fiscal que hemos enviado a las instituciones europeas hace más de una semana, pero todos entendemos que esta tendrá que ser una de nuestras prioridades a medio plazo cuando se recupere el crecimiento económico» abundó.
Además, la ministra aseguró que la prioridad absoluta para el Gobierno con vistas a la reforma laboral debe ser el empleo de calidad, además de acabar con los «contratos precarios que no permiten a un joven emanciparse o tener un proyecto vital positivo».
Aumento de plantilla
Aunque no todo fueron malas noticias para las firmas familiares. Porque a pesar del daño que produjo el Covid19 a su tejido, también destacaron dos aspectos positivos. El 62% de las empresas familiares consiguieron mantener o incrementar su plantilla. Un hecho para el que continuó siendo importante el aumento de las exportaciones de las firmas españolas. En este sentido, el 64% de las empresas familiares exportaron al extranjero durante el pasado año (dos de cada tres lo hicieron en Europa), y para más de un tercio, el porcentaje medio de su facturación proviene ya de sus ventas en el exterior.
A destacar también el número de asientos que ocupan las mujeres en los consejos de administración de estas empresas, respecto a aquellas que no son familiares. Concretamente, el
Caída de ingresos
Cerca de seis de cada diez firmas sufrieron caídas de facturación por la crisis del coronavirus
estudio desvela que tienen mayor porcentaje con una media de 28,3% de mujeres consejeras, superior al 27,5%, señalado en el informe de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de julio de 2020. En el mismo sentido, el informe detalla que en nueve de cada diez entidades familiares hay un miembro femenino en su órgano mayor, en un entorno donde en el 59% de los casos, la familia es mayoría en el consejo de administración
De las 442 empresas participantes en el estudio, aproximadamente la mitad tienen más de 50 años de antigüedad, cuentan con 175 empleados de media y cerca de un tercio procede del sector industrial.