El Gobierno vasco renuncia a buscar al operario del vertedero de Zaldívar
Quince meses después solo se han podido hallar restos de uno de los dos sepultados
El Gobierno vasco ha decidido dar por finalizada la búsqueda de Joaquín Beltrán, el operario del vertedero de Zaldívar (Vizcaya) que fue sepultado en febrero de 2020 junto a otro compañero por un derrumbe. El lendakari, Íñigo Urkullu, se reunió el jueves con la viuda y otros familiares de Beltrán para comunicarles personalmente la decisión del Ejecutivo autonómico, que ayer viernes se encargó de confirmar a los medios su número dos en el Parlamento.
La reunión de Urkullu con la viuda y los familiares de Beltrán –de 51 años y con tres hijos– la adelantó ayer ‘El Correo’, que informaba de la finalización del operativo de búsqueda. A primera hora de la mañana de ayer, el vicelendakari y la consejera de Desarrollo Económico, Josu Erkoreka y Arantxa Tapia, confirmaron en el Parlamento la decisión y defendieron ante los medios de comunicación la actuación del Ejecutivo autonómico.
En unas declaraciones recogidas por Ep, Erkoreka trasladó sus condolencias y su solidaridad a la familia. Tras ello, argumentó que un informe técnico sostenía que la energía mecánica producida por el desprendimiento y los procesos químicos registrados en el vertedero durante estos quince meses serían los motivos principales por los que el cuerpo de Beltrán no ha podido ser localizado.
En una caseta
El accidente en el vertedero de Zaldívar ocurrió el 6 de febrero de 2020, cuando un derrumbe sepultó a Beltrán y a Alberto Sololuze, que se encontraba en una caseta. Ese mismo día comenzaron las tareas de búsqueda ante la esperanza de que pudieran estar vivos bajo los escombros, pero esa posibilidad se diluyó con el paso del tiempo. Los familiares de Sololuze tuvieron que esperar seis meses hasta recibir la noticia de que se habían encontrado sus restos, que resistieron mejor por la caseta en la que se encontraban. Los de Beltrán seguían sin recibir esa llamada.
Para Erkoreka, el hecho de que el cuerpo de Sololuze sí pudiera ser identificado es la prueba de que la metodología utilizada en estos trabajos ha sido «adecuada y positiva». También señaló que el informe recoge una opinión compartida por «todo el equipo» que ha intervenido en los trabajos de búsqueda, motivo por el cuál «no hace falta» que esté firmado por una persona en concreto. Además, indicó que el documento se ha elaborado con el fin de «dar cuenta» de las labores realizadas por el Gobierno Vasco, y no para ser remitido al juzgado que investiga lo sucedido en el derrumbe.
En estos quince meses, la búsqueda se ha mantenido activa prácticamente todos los días salvo en siete jornadas –entre ellas Navidad y un día de septiembre en el que las fuertes lluvias lo impidieron– con un coste que Tapia cifró en 21 millones de euros y que se reclamarán a la empresa que gestionaba el vertedero.
Cuatro zonas prioritarias
Vicelendakari Para Erkoreka, la metodología de la búsqueda, que ha costado 21 millones, ha sido
la adecuada
El operativo, con casi un centenar de trabajadores, se había centrado en cuatro zonas «prioritarias» y en la última de ellas se habían encontrado unos guantes que avivaron las esperanzas de la familia de Beltrán, aunque finalmente no se ha producido hallazgo alguno. Preguntado sobre la posibilidad de que los restos se encontraran en alguna de las zonas no identificadas como prioritarias, el portavoz del Ejecutivo autonómico afirmó que la búsqueda se ha extendido a «todas las áreas» en las que, en función de la información disponible, se considera que podían hallarse los restos. «No se ha dejado de investigar ninguna zona; incluso se ha investigado, para ser minuciosos, alguna en la que había posibilidades muy escasas», indicó, una idea que quiso subrayar▶ «No hay zonas en las que pudiera estar el cuerpo que no hayan sido analizadas y cribadas con exhaustividad».