El Estado rescata las pensiones con una inyección de casi 43.300 millones
A la transferencia récord de 36.276 millones se unirá un nuevo préstamo de casi 7.000 millones
Las cuentas públicas para 2022 reflejan una explosión de gasto sin precedentes y dan por seguros 27.633 millones de fondos europeos que aún no han llegado a España. Y en estas cuentas las pensiones vuelven a tener el papel protagonista y se llevan la mayor partida, casi el 40% del total del Presupuesto del Estado.
La Seguridad Social está contra las cuerdas y el año próximo el Gobierno vuelve a acudir al rescate de las pensiones con una inyección de casi 43.300 millones, destinados a que el sistema cumpla con los pagos comprometidos. Así, el Presupuesto incluye una transferencia récord de 36.276 millones del Estado a la Seguridad Social, casi un 17% más que este año. De esta forma se da un nuevo paso en la transferencia del déficit de la Seguridad Social al Estado a través de la separación de las fuentes de financiación comprometida en el Pacto de Toledo.
Pero pese a esta transferencia récord, la Seguridad Social seguirá en números rojos y, de nuevo, el Ejecutivo deberá aprobar un nuevo crédito para poder pagar las nóminas. Serán casi 7.000 millones, que engordarán la desorbitada deuda del sistema, que va camino de los 100.000 millones. El gasto total en pensiones crecerá en 8.000 millones en 2022, lo que supone un incremento del 4,8% y llevará la cifra total de gasto por encima de los 171.000 millones, una partida histórica.
La cuantía total que se llevará el organismo que paga las pensiones incluye la subida de las nóminas, cuyo incremento supondrá más de un 2% el año que viene, en línea con la inflación media que resulte de este ejercicio, que el Ejecutivo estima que podría estar en torno al 2,3%. Y la revalorización se hará de esta forma porque así se refleja en la primera parte de la reforma de pensiones pactada entre el Gobierno y los agentes sociales que ya tramita el Parlamento. Esa norma establece que la base de cálculo para el alza de las rentas de los mayores sea la inflación media de los 12 meses anteriores a noviembre. Es decir, el promedio entre diciembre de 2020 y noviembre de 2021.
Los Presupuestos no incluyen, por tanto, este incremento, ya que habrá que esperar a conocer la evolución de la inflación a noviembre de este ejercicio. La que resulte a final de año también es la que determinará, por su parte, el montante de la ‘paguilla’ que recibirán los jubilados a primeros de 2022 para compensarles por la pérdida del poder adquisitivo, dado que sus rentas subieron un 0,9% a final de año y los precios ya están en el 4%.
Así, a primeros de 2022 los jubilados percibirán la diferencia entre el alza que se les aplicó y la inflación media con la que cierra el ejercicio. En un escenario en el que esa inflación media quedará en torno al 2,5% el pago extra sería el equivalente a 1,6
Empresarios y trabajadores aportarán un 9% más de ingresos y la base de cotización de los sueldos más altos subirá un 1,7%
décimas, lo que implicaría un gasto adicional de unos 2.300 millones, que se consolidaría en las jubilaciones de por vida para próximas subidas. La factura por la desviación de los precios sería, por tanto, de 4.600 millones, sumando el incremento y la consolidación. A esta cantidad habría que aplicarle, a su vez, el incremento de enero, que volverá a ser la inflación media de 2022.
El 25% con impuestos
En su conjunto, la Seguridad Social contará para 2022 con una partida de 181.081 millones, lo que supone un 5% más que este año, que irán destinados a pagar, además de pensiones, bajas médicas laborales y prestaciones por maternidad y paternidad, entre otras. Estas prestaciones se sufragan con las cotizaciones sociales que aportan empresarios y trabajadores y esos ingresos crecerán un 9% en 2022, hasta los 136.345 millones de euros, un incremento que será posible por el aumento de las bases máximas de cotización y por la recaudación del PIB, según explica el Gobierno en el Presupuesto. Las cuotas permitirán financiar el 75% del Presupuesto total, lo que significa que el 25% restante correrá a cargo de los impuestos.
Actualmente, empresarios y trabajadores aportan a la Seguridad Social el 28,3% del salario de cada trabajador –el 23,6% lo abona el empresario y el 4,7%, el empleado–; es lo que se denomina cotización por contingencias comunes. Y lo que se recauda con dicha cotización conforma la principal fuente de financiación del sistema de pensiones. No obstante, este tipo de cotización del 28,3% no se aplica a la totalidad de los salarios de los trabajadores, sino que tiene un suelo mínimo y un techo máximo que cada año fija la ley. Actualmente, la base máxima se sitúa en los 4.070,10 euros mensuales, por lo que destopar las cotizaciones en su límite más alto afectaría a aquellos salarios que superan los 48.840 euros anuales.