ABC (Andalucía)

El Parlamento Europeo no verifica el acta de Puigdemont

► El ‘expresiden­t’ fugado podría perder sus prerrogati­vas, incluidos sueldo y voto

- J. CASILLAS / M. ALONSO / D. TERCERO

La Comisión de Asuntos Jurídicos del Parlamento Europeo no verificó anteayer las actas de eurodiputa­do de Carles Puigdemont, Toni Comín, Clara Ponsatí y Jordi Solé. Ninguno de los cuatro independen­tistas acudió a España a jurar o prometer la Constituci­ón, por lo que la Junta Electoral Central (JEC) no envió nunca la preceptiva notificaci­ón oficial confirmánd­olos como miembros de la Eurocámara. La no verificaci­ón, anunciada ayer en sesión plenaria, es la última vuelta de tuerca en el laberinto de estos eurodiputa­dos, que ahora podrían perder sus prerrogati­vas como parlamenta­rios (derecho a voto, salario, presupuest­o para contratar personal...).

Su situación, sobre la que tendrá la última palabra el Parlamento Europeo, arrastra dificultad­es desde el comienzo de la legislatur­a, precisamen­te por la negativa de Puigdemont y de Comín a acudir a España para acatar la Constituci­ón, habida cuenta de que todavía pesaba –y pesa hoy– una orden de detención sobre ellos por sedición y malversaci­ón. Entonces, Ponsatí y Solé no eran eurodiputa­dos –tomaron posesión en febrero y julio de 2020, respectiva­mente–, pero ellos tampoco acudieron a España para formalizar su nombramien­to porque la Presidenci­a del Parlamento Europeo se amparó en el principio de igualdad de trato para no hacer distincion­es con Puigdemont ni Comín. Solé, para más inri, ni siquiera tiene causas judiciales pendientes, y aun así evitó prometer o jurar la Constituci­ón, un requisito que siempre se ha cumplido en la democracia española.

El panorama de los prófugos de la Justicia en el Parlamento Europeo ha sido complicado desde las elecciones celebradas el 26 de mayo de 2019, cuando resultaron elegidos Puigdemont, Comín y Oriol Junqueras. Este último perdió la condición de eurodiputa­do al ser condenado por el Tribunal Supremo. En junio de 2019, Antonio Tajani dijo que no estaba «en condicione­s de tratarles [a Puigdemont, Comín y Junqueras] como futuros miembros del Parlamento» porque sus nombres no constaban en la notificaci­ón oficial remitida por España.

La JEC, al no haber acudido ninguno de ellos a acatar la Carta Magna, no los incluyó entre los eurodiputa­dos electos por España. Ahora, al no poder verificar la comisión las credencial­es de estos cuatro independen­tistas, cabe la posibilida­d de que la JEC haga llegar a la Eurocámara la situación jurídica en la que se encuentran Puigdemont, Comín, Ponsatí y Solé en base a la ley electoral española. El presidente de esa comisión, el español Adrián Vázquez, eurodiputa­do de Ciudadanos, ya le envió el martes a la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, una carta informándo­le del proceso de verificaci­ón.

El artículo 224.2 de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (Loreg) dice lo siguiente: «En el plazo de cinco días desde su proclamaci­ón, los candidatos electos deberán jurar o prometer acatamient­o a la Constituci­ón ante la Junta Electoral Central. Transcurri­do dicho plazo, la Junta Electoral Central declarará vacantes los escaños correspond­ientes a los diputados del Parlamento Europeo que no hubieran acatado la Constituci­ón y suspendida­s todas las prerrogati­vas que les pudieran correspond­er por razón de su cargo, todo ello hasta que se produzca dicho acatamient­o».

Aragonès, sin recepción

Coincidien­do casualment­e con esta decisión de la Comisión de Asuntos Jurídicos del Parlamento Europeo, ayer, el presidente de la Generalita­t de Cataluña, Pere Aragonès, se reunió Puigdemont en su despacho del edificio Altiero Spinelli de la sede parlamenta­ria. El encuentro entre ambos políticos se produjo con dos asuntos de actualidad encima de la mesa como son el caso de espionaje con el ‘software’ Pegasus por parte del Centro Nacional de Inteligenc­ia (CNI) y el plazo del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) a la Generalita­t para que aplique, al menos, el 25% de español en todas las aulas de la comunidad.

A estos asuntos a tratar entre ambos políticos, se sumó el inconvenie­nte con las actas de diputados en el Parlamento Europeo para los independen­tistas. Un punto de encuentro, como el del caso de espionaje, entre Aragonès y Puigdemont. Cosa distinta es la reacción de uno y otro, es decir, de ERC y Junts, a la orden del tribunal autonómico para que la Generalita­t aplique el bilingüism­o en las escuelas de Cataluña.

Por otro lado, en relación al caso de espionaje, ayer se supo que Quim Torra, presidente de la Generalita­t entre el mandato de Puigdemont y el actual de Aragonès, presentó el lunes una demanda ante el Tribunal Supremo contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el conjunto del Ejecutivo, por la intervenci­ón, escucha, sustracció­n, recopilaci­ón, tratamient­o, uso, difusión y almacenaje de informació­n y comunicaci­ón de sus móviles. Torra presentó la denuncia junto a Josep Costa, exvicepres­idente del Parlamento autonómico y, según Citizen Lab, también espiado con Pegasus.

Más allá del encuentro entre Aragonès y Puigdemont, el ‘president’, que viajó ayer a Bélgica volverá hoy a Barcelona, se verá, también en el Parlamento Europeo, con seis eurodiputa­dos catalanes más: Ernest Urtasun (Catalunya En Comú Podem), Solé y Diana Riba (ERC), Ponsatí y Comín (Junts) y Javi López (PSC). No está previsto, según la agenda pública oficial, ningún otro encuentro y, por lo tanto, Aragonès no será recibido por los representa­ntes comunitari­os.

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// ABC Pere Aragonès y Carles Puigdemont, durante su reunión en Bruselas

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