María Blasco «Pronto habrá tratamientos para retrasar el envejecimiento»
► Junto a la Fundación La Caixa, la directora del CNIO desgrana el futuro de la investigación contra el cáncer
Actualmente, las enfermedades degenerativas son las que más incógnitas generan a su alrededor, ya que para ninguna de ellas se ha hallado una cura. Varios ensayos clínicos buscan un tratamiento para este tipo de enfermedades, tales como la osteoartritis, la osteoporosis o la enfermedad de Alzheimer.
En España, una de las científicas a la vanguardia en la investigación en el campo del envejecimiento y del cáncer es María Blasco, directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), que en el encuentro ‘Diálogos de Futuro’ defendió ayer la necesidad de poner el foco en su origen para entender el proceso de envejecimiento y, desde esa comprensión, poder encontrar una cura para tantas enfermedades. «Ya se están haciendo ensayos clínicos, y pronto veremos cómo se pueden tratar enfermedades hasta ahora incurables», desgranó la investigadora en el marco del encuentro organizado por ABC en colaboración con Fundación La Caixa.
Preguntada por Nuria Ramírez de Castro, redactora jefe de la sección de Sociedad de ABC y del suplemento Salud, sobre cómo debería cuidarse cada persona para prevenir el envejecimiento, Blasco explicó que el resumen es «cuidarnos más». «Hay varias cosas que están claras: comer menos de lo que a veces nos gustaría, no tener hábitos tóxicos como puede ser el tabaco, hacer ejercicio físico y controlar el nivel de estrés», pautó. Y es que el envejecimiento «no es una enfermedad» sino la causa de estas, y comienza «desde que somos un embrión». En ese mismo momento «si algo empieza a ir mal determinará cómo vamos a envejecer y qué enfermedades vamos a tener», dijo ante el público presente en el auditorio del CaixaForum de Madrid.
Límite biológico
Sobre el límite biológico del ser humano, la directora del CNIO explicó que el objetivo «es poder vivir sanos más tiempo» pero no en condiciones «malas de salud», tal y como ocurre ahora. «Envejecemos igual que lo hacían los primeros humanos», incidió
La directora del CNIO cree que el análisis computacional será clave para encontrar tratamientos y curas contra el cáncer
Blasco, quien prevé que para el año 2050 la incidencia de enfermedades como el cáncer o el alzhéimer se dupliquen porque la esperanza de vida cada vez es mayor pero llegamos a esas edades «sin frenar el envejecimiento». De ahí la importancia de vivir más años pero con mejores condiciones. «Estamos llegando a nuestro límite biológico, que son unos 120 años, pero desarrollando muchas patologías», describió.
En investigaciones con gusanos o ratones, por ejemplo, ya se ha podido retrasar el envejecimiento, y estos han terminado «viviendo más» porque son más jóvenes durante más tiempo», explicó. Estos estudios podrán aplicarse en un futuro en nuevos tratamientos y enfermedades.
En el campo del envejecimiento, por ejemplo, se caminará hacia una medicina predictiva. Serán las tecnologías epigenéticas, tales como la medición de los telómeros –región de secuencias repetitivas de ADN en el extremo de un cromosoma–, en los que es experta, las que podrán detallar cómo es realmente el envejecimiento de cada organismo. Sin embargo, para el cáncer no existen marcadores aún que predigan el riesgo de sufrir uno en el futuro.
«Hay tecnologías basadas en el ADN que pueden ayudar a reducir el riesgo de sufrir enfermedades, y tendría sentido incorporarlas al Sistema Nacional de Salud para saber cómo evoluciona la ‘acumulación de errores’ en nuestro organismo y el daño que estos suponen para el ADN, porque es el origen de las enfermedades y podría ayudar a las personas que están en riesgo», incidió sobre la posibilidad de implantar sistemas que midan el riesgo de sufrir estas enfermedades.
Una oportunidad
En cuanto al cáncer, María Blasco explicó que aunque para la comunidad científica se ve como una enfermedad compleja, este «no asusta» sino que brinda «oportunidades para probar tratamientos, combinar fármacos y buscar nuevas estrategias» con las que afrontarlo.
Así, destacó que si en los pasados cinco años se produjo una explosión de la inmunoterapia para hacerle frente a los tumores, quizá en el próximo lustro ocurra lo mismo con el análisis computacional del cáncer, que permita comprender «toda la complejidad de un tumor» con el desarrollo de la inteligencia artificial elaborado «a la medida de cada paciente», porque no existen «dos tumores iguales».
Por otra parte, si en la pandemia del coronavirus fue clave el desarrollo de tecnologías de ARN mensajero (ARNm), que permitió que cada organismo produjera proteínas para prevenir la enfermedad (en este caso del Covid-19), el futuro de este campo, según proyecta Blasco, es que se utilice para el tratamiento, prevención y cura de otras enfermedades, como las relacionadas con el envejecimiento y las terapias génicas. «Los plazos dependerán de la inversión. Pero en menos de un año se pasó de no tener nada a atacar al coronavirus con este tipo de vacunas y fármacos», recordó la científica.
Atraer talento
Sobre la fuga de investigadores españoles al extranjero, Blasco defendió la importancia de que los científicos «salgan» de su país y que tejan su propia «red de contactos». «Eso te permite ser una persona conocida en tu campo y poder competir», aconsejó a los investigadores.
Se lamentó de la falta de medios para atraer talento extranjero: «España tiene capacidad, es un lugar atractivo para investigar, pero donde no pagamos salarios atractivos para poder competir con el resto de centros».