ABC (Andalucía)

Diez claves para unas elecciones

Los comicios del 19-J decidirán el futuro de Andalucía. Este decálogo de factores puede decidir el voto

- MANUEL CONTRERAS

La campaña de las elecciones del próximo 19 de junio está a punto de comenzar. El resultado de las urnas estará influido por diez claves que serán decisivas para la nueva configurac­ión del Parlamento andaluz y la designació­n del Gobierno.

1. El miedo a la derecha

Tanto el PSOE como el resto de formacione­s que se presentan a la izquierda del socialismo han hecho del miedo a la derecha el argumento troncal de su mensaje. Juan Espadas apela una y otra vez a frenar el ascenso de Vox. La decisión de poner el miedo a la derecha en el centro de la campaña es arriesgada, toda vez que ya lo hizo Susana Díaz en 2018 con un resultado desastroso: no logró movilizar el voto socialista y Vox obtuvo doce diputados tras dispararse sus apoyos durante la última semana de campaña. Los analistas del PSOE deben pensar, sin embargo, que el miedo a la derecha sigue funcionand­o ya que sigue siendo el principal reclamo para dinamizar su voto. El problema es que el PP ha gobernado ya cuatro años sin que se haya hundido el mundo. De la permeabili­dad de este discurso del miedo en el electorado de centro izquierda depende gran parte de las opciones de Juan Espadas en la cita del 19-J.

2. La ‘tarta’ de Ciudadanos

Todas las encuestas recogen el desplome electoral de Ciudadanos, que según estos sondeos oscilaría entre su desaparici­ón del Parlamento y una representa­ción mínima, de uno o dos diputados. La formación naranja tiene en la actualidad 21 escaños, por lo que estos sillones se convierten en la gran ‘tarta’ a repartir el 19-J. La lógica —y los estudios demoscópic­os— hacen pensar que la mayoría de estos votos irán al PP, pero tanto el PSOE como Vox aspiran a lograr un trozo del pastel. El reparto final determinar­á las opciones de Moreno de gobernar en solitario, ya que sus posibilida­des de una mayoría sólida pasan inevitable­mente por acaparar el voto naranja.

3. La gestión de Moreno

El PP aspira a asumir voto ‘prestado’ el 19-J, tanto de Ciudadanos, como ya se ha reseñado, como de Vox y del propio PSOE. Para lograr este objetivo es fundamenta­l saber ‘vender’ la gestión de Moreno, que no recibe mala valoración en las encuestas. Durante este mandato el PP ha intentado navegar entre dos aguas, asumiendo compromiso­s electorale­s como la reducción del entramado burocrátic­o pero evitando cuestiones ‘duras’ como despidos laborales. También ha apostado por una gestión más técnica que ideológica, para escapar de las etiquetas políticas. El 19-J será el test que revelará si los andaluces —y no solo los votantes del PP— aprueban esta gestión.

4. El ‘factor Olona’

Vox ha apostado fuerte por el 19-J y ha desplazado a Andalucía a uno de sus principale­s activos, la diputada Macarena Olona. A diferencia de la estrategia en Castilla y León, cuando se optó por un candidato de perfil bajo, para las andaluzas el partido de Abascal no se refugia en el tirón de la marca y busca votantes más allá de su propio nicho electoral. La finalidad es evidente: entrar en el Ejecutivo con la mayor cuota posible para que Juanma Moreno tenga que negociar todas sus políticas con la política alicantina. El gran temor de Vox es que el PP logre más escaños que el bloque de izquierdas, lo que permitiría al actual presidente gobernar en solitario y dejaría a Vox entre la espada y la pared de apoyar ‘gratis’ al PP o votar junto al PSOE y las formacione­s de ultraizqui­erda. El tirón de Olona es fundamenta­l por tanto para cumplir estos objetivos y que Vox amplíe notablemen­te el resultado de 2018.

5. La ultraizqui­erda

La fragmentac­ión del voto a la izquierda del PSOE y el vodevil de la fallida negociació­n de la plataforma Por Andalucía deja la incógnita de cómo responderá esta franja de votantes. En el PSOE confían en que la lamentable imagen ofrecida por Podemos, IU y el resto de formacione­s de Por Andalucía haga que se imponga el voto útil y sus votantes opten por la opción de Juan Espadas. Pero también se teme que la opereta provoque una desmoviliz­ación de la izquierda, lo que acabaría afectando al propio PSOE.

6. La ‘factura’ de Sánchez

Otro temor del PSOE es que muchos votantes hagan una lectura nacional de la cita con las urnas y pasen factura a Juan Espadas por la gestión de Pedro Sánchez. Cuestiones como la inflación, la sumisión a las reclamacio­nes de independen­tistas vascos y catalanes o la crisis en el Ministerio de Defensa por el escándalo Pegasus pueden alejar a los votantes del candidato socialista, ya sea en forma de abstención o con el voto a otra formación. La evolución de la política nacional en las próximas semanas podría ser determinan­te en el resultado electoral.

7. La reconstruc­ción del PP

Las elecciones andaluzas son las primeras tras la grave crisis del PP que motivó la salida de Pablo Casado y Teodro García Egea de la dirección y que tuvo un efecto devastador en la imagen del partido. Las encuestas apuntan a que el daño se ha reparado con la llegada de Feijóo, pero este dato necesita ser corroborad­o en las urnas. Los populares temen que parte del electorado que en esos días se cambió a Vox le cueste volver a votar al PP, sobre todo en un contexto de indignació­n con la política de Pedro Sánchez. Para alcanzar su objetivo de intentar gobernar en solitario Juanma Moreno necesita movilizar todo su voto, por lo que resulta fundamenta­l que el ‘nuevo’ PP logre recobrar la confianza de sus seguidores.

8. El buen tiempo

Todos los analistas coinciden en que la participac­ión del 19-J será determinan­te para el futuro político de Andalucía. De hecho, una de las razones por las que el Gobierno recelaba del adelanto electoral a junio era la posibilida­d de que el buen tiempo hiciera bajar la participac­ión en las urnas, ya que muchos votantes estarían pasando el fin de semana en la playa. Es un riesgo que ha asumido Juanma Moreno, aunque no está claro qué partido sería el más perjudicad­o por una baja participac­ión electoral, ya que el PSOE también necesita una alta movilizaci­ón de sus votantes.

9. El Corpus

Las elecciones no solo serán un fin de semana primaveral en el que previsible­mente muchos ciudadanos se desplazará­n a la playa, sino que coincide con el Corpus, por lo que será puente en Sevilla y Granada. Es de suponer que el efecto abstención se incrementa­rá en estas dos provincias. El Gobierno en este caso ha hilado fino, ya que Sevilla es la circunscri­pción donde Espadas espera lograr más apoyo y en Granada tiene una fuerte implantaci­ón Vox, hasta el punto de que Macarena Olona ha elegido encabezar la lista por esta provincia. En cualquier caso, el Corpus es una variable cuyo efecto último no se conocerá hasta el recuento electoral.

10. El cambio

La cuestión última y esencial que se dirimirá en las urnas el 19-J es si Andalucía quiere seguir apostando por el cambio. La convocator­ia de 2018 supuso un punto de inflexión en la historia de la autonomía andaluza y es el momento de que los andaluces corroboren si quiere seguir por la senda emprendida entonces o volver al modelo anterior. Esa es la cuestión fundamenta­l, anterior a cualquier otra considerac­ión sobre los aciertos y errores de la gestión del Gobierno de Moreno. Los andaluces tienen la palabra.

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