El nuevo mantra de la industria
Amparadas en la situación coyuntural actual, las marcas están saneando sus líneas de producción, lo que les permite mantener un mayor control sobre la oferta maximizando así sus beneficios operativos.
Tienen el marco de demanda (todo vendido), sociosanitario (paralización de plantas por confinamiento) y geopolítico perfecto (cuellos de botella en la cadena de suministros, conflicto de Ucrania) para justificar reducir producción sin temor a las consecuencias político fiscales que eso hubiera supuesto en un marco anterior al pandémico. Las férreas imposiciones normativas y tecnológicas a las que está sometida la industria están contribuyendo a la paulatina desaparición del coche asequible tal y como lo conocíamos hasta la fecha.
La venta por volumen es historia, el nuevo mantra de la industria es maximizar la rentabilidad por unidad vendida y cuanto más alto el precio de la misma, mayor beneficio. La imparable escalada de precios es un perfecto ejemplo de la Teoría del caos, así como del delicadísimo equilibrio industrial global.
Las propias autoridades comunitarias asumen que una parte importante de la población necesitará replantearse sus necesidades de movilidad y no podrán acceder a esta tercera ola tecnológica de electrificación de vehículos nuevos. Muchos de ellos necesitarán acudir al mercado de ocasión de electrificados de primera y segunda generación con lo que este aumento de demanda potencial incrementará aún más los precios de estos, dada la escasez de oferta de los mismos.